¿Eres influyente en Internet y la Web Social o en cualquier otro campo afectado por esta economía conectada? Bonus 1: todos los campos han sido afectados. Bonus 2: todos somos influyentes a un determinado nivel. Ahora, ¿haces algo con esa influencia? ¿no? ¿has pensado alguna vez en hacer algo que no sea beneficiarte a ti mismo y sí ayudar a los que posiblemente te otorgan esa influencia?

Para ahorrarte el tiempo y dolores de cabeza aquí te dejo algunas ideas válidas y probadas que podrían ayudarte a devolver esa influencia a aquellos que la crean y la merecen – el público, comunidad, audiencia, fans, fieles, seguidores o como quieras llamarlos. Pista: Lady Gaga, Calvin Harris, Avicii, Brtiney Spears, Ashton Kutcher, Pete Cashmore, Robert Downey Jr. o Sergio Ramos no son precisamente considerados como tu comunidad.

Cosas qué hacer con tu influencia

Así que estas son algunas ideas que te ayudarán a saber qué hacer con tu influencia con el fin de poder contribuir a ayudar a las personas que te hacen influyente.

• ¿Qué hay sobre dedicar una sección en tu blog o el de tu empresa para hablar de la gente de tu alrededor que está haciendo un gran trabajo? podrían ser negocios locales, miembros de tu equipo, historias de gente que no conoces pero que te inspiran y pueden hacer lo mismo con tu comunidad y lectores. Podría ser un día fijo a la semana – ¿viernes por ejemplo? – o cada dos semanas. Podrías darle algún titular para identificar esa serie de posts.
• Crear un evento local aprovechando tu alcance, repercusión, network y poder de convocatoria para hacer participe a gente con grandes ideas y buenas prácticas que no necesariamente deban tener 10.000 followers en Twitter o que ni siquiera tienen una página de fans en Facebook. Es posible que no tengan ni un blog, así que no te asustes y salgas corriendo. Podrías impulsarles más de lo que haría nadie y lo más importante, darlos a conocer en un entorno que podría necesitarlos. Aquí hay múltiples opciones: seminarios, mesas redondas, talleres o incluso eventos online.
• Hacer una vídeo-recomendación al mes sobre la persona que más – o mejor – te ha aportado, ayudado, impactado, impulsado o potenciado – a ti o a los tuyos. No necesariamente tiene que ser la persona que más haya hecho por ti, a veces llega alguien y hace algo que no ha hecho nadie por nosotros. A veces supone una forma excepcional de tratarte o recibirte a la entrada del restaurante u hotel, otras veces una sonrisa de buena mañana cuando vas a desayunar o una disculpa sincera cuando no había por qué hacerlo de esa forma.
• Aprovechar tu canal de youtube para hacer entrevistas a esos jóvenes emprendedores con ideas tan claras. Permitir contar al empresario de tu barrio/pueblo/ciudad la historia de cómo comenzó ese negocio que ahora está vendiendo más a través de Internet que toda su competencia.
• Charlas y encuentros con jóvenes que van a pasar a la universidad o a los propios universitarios antes de acabar sus estudios. Estos dos grupos son algunos de los más perdidos en este sistema y seguramente tu influencia podría ser una luz para ellos.
• Compartir en Twitter o LinkedIn negocios interesantes de tu zona, barrio o de al lado de tu oficina, no tiene porque ser multinacionales, estoy hablando de algo más local aquí.
• Usar Foursquare o Yelp para dejar «tips» o «reviews» en esos negocios y compartirlos con tu comunidad para que los conozcan. Hacer «check-in» y compartirlos en Twitter también ayudaría. Bonus: no necesariamente debes esperar a que te inviten a la cena para recomendarlos o subir una foto en Instagram. Puedes ofrecer antes de obtener, es una gran forma de ayudar.
• Podrías utilizar un hashtag en Instagram para subir fotos de lugares, personas o negocios que te encantan y crees que otros debería conocer y visitar.
• Montar un gran lío para reunir historias, experiencias, pensamientos, prácticas y vivencias de personas ordinarias extraordinarias que desean inspirar y equipar a otras personas a través de esas historias personales y profesionales.
• Hacer #FF a personas que te ayudan en tu trabajo a lo largo de la semana o personas – más anónimas – que han hecho que cambiaras significativamente la interacción o simplemente personas que han tenido contigo un trato especial o con alguno de los de tu equipo  o profesionales que están haciendo bien su trabajo. Me gustaría ver más #FF a personas «ordinarias/extraordinarias» y no a tantos rockstars.
• Cuando quieras ayudar compartiendo, no hagas solamente un RT o «share», esto necesita un cariño especial. Explica porque lo compartes y da tu razón personal de porque otros deberían prestar atención a ello. Aquí viene la parte divertida, no puedes hacer esto de manera auténtica si no lees o te fijas en lo que compartes, lo cual deja a muchos de los «influenciadores» fuera del juego.
• Recomendar en LinkedIn aquellos proveedores de servicios, trabajadores, empleados o emprendedores con lo que has tenido una transacción o interacción profesional satisfactoria.
• Crear un ebook con la gente que te ayuda a lo largo del día, mes y año y publicarlo tanto en tu blog, como en Twitter como en otros lugares – y por favor, gratis, conocer a estas personas debería ser un derecho, no un privilegio.

¿Ombligo o cambio?

Para acabar con algo más, aquí dejo un buen puñado de ideas para aprovechar positivamente tu influencia en favor de otros.

Como ves, caminos para hacerlo no faltan, lo que falta en ocasiones es el intento y propósito detrás de utilizar la influencia como medio canalizador del cambio y no como recurso para el beneficio personal – y expansión del agujero del ombligo que se hace más y más enorme. Ser esa clase de influencer está sobrevalorado.

Me encantaría que compartieras en los comentarios todas las ideas que se te ocurran para aprovechar la influencia online y ayudar a marcar la diferencia en otras personas. Gracias.

Photo credit: Jhonny Feria.