Hoy participo en el tercer curso de meditación Vipassana como meditador, el cuarto en total, en Dhamma Neru, Palautordera, (Barcelona). La primera experiencia fue en octubre de 2017, en Dhamma Sacca en Candeleda (Ávila), puedes encontrar aquí mis impresiones al terminar. El segundo curso fue en Dhamma Joti en Rangún (Myanmar), en enero de 2019, aquí el reportaje de lo vivido y experimentado. Y el último curso, que fue algo distinto, porque participé como servidor, una experiencia tan transformadora como ser meditador, fue en diciembre de 2019, Dhamma Pajjota, en Maastricht (Bélgica), aquí mi narración e historia durante y después del curso. Vipassana significa ver la vida como realmente es, es una puerta hacia poder vivir con sentido, con claridad, con ecuanimidad, compasión y consciencia.
Entro al curso de meditación Vipassana después de varios intentos, uno en noviembre, donde estaba admitido, pero cancelé mi plaza debido a la situación del COVID, y decidí seguir por México-Estados Unidos y Costa Rica posteriormente. Lo volví a intentar en febrero, marzo y abril y no había plazas. También intenté en varios centros de California, pero las restricciones de movilidad y territorio lo hicieron inviable. Si conecto los puntos me doy cuenta de que fue como debió ser, perfecto.
Es curioso, porque a pesar de ser la vez que más inclinado me siento a participar, afronto este nuevo curso Vipassana de 10 días con cero expectativas, cero metas, cero pretensiones, cero deseos o necesidades. Solo voy a sentarme a meditar durante 10 horas al día de principio a fin. Voy con la firme determinación desde el primer día, voy a no esquivar ni un solo segundo, voy a practicar, a hacer el trabajo, con gentileza, dedicación, alegría estoica, voluntad y compasión.
Una cita con la vida, el silencio y la quietud
Cortaré con todo lo que ahora pueda considerarse como rutinas de Alto Rendimiento Holístico, hacks de Ultraproductividad, superhábitos o habilidades núcleo. Desde Tai Chi y Qi Gong, hasta escribir, Internet, preparar proyectos, grabar podcasts y vídeos, programas, consultorías online 1:1 o cualquier otra actividad física, mental, emocional o espiritual. Solo me dedicaré a meditar a través de la técnica Vipassana, permanecer en silencio, evitar el contacto visual, practicar la quietud tanto como pueda, y respirar. Luego comeré, descansaré, pasearé y me asearé, desde la presencia, desde el ser, desde la más profunda inmovilidad interior. Solo hay una excepción, seguir con el experimento 31 días descalzo, pero sin contabilizar estos días porque no podré monitorizarlos y ni analizarlos, así que lo utilizaré como una extensión del mismo.
Percibo y enfoco el curso de meditación Vipassana como un premio, una recompensa, un descanso holístico, y sobre todo, el entrenamiento (desde el amor más puro) que importa – sobre todo en el camino a la Gran Desconexión y la ejecución del Plan maestro. El silencio y la quietud se encuentran en el origen de cada uno. Solo esto es nuestro verdadero origen, así que vuelvo a casa.
Necesitamos volver a casa, el lugar donde las contradicciones se abrazan, el ego se vuelve invisible, todas las actitudes son necesarias, los eventos llegan y se van, todo es solo o que es, algo incategorizable. El lugar donde no necesitas mejorar ni quieres cambiar o conseguir algo. Solo en casa podemos vivir aquí y ahora en paz, incluso en medio de la guerra, en medio de la oscuridad, porque eso también es “casa”.
Para querer comprender real y profundamente, no hay que querer obtener nada.
Nos vemos de nuevo a partir del 17 de mayo.
2 comentarios
Hice el retiro y mi experiencia se resume en la enseñanza de que, cuando deseamos mucho algo, los filtros de la racionalidad se desmoronan
Para una persona que quiera disciplinarse o poner a prueba su voluntad y capacidad de resiliencia podría ser una opción estar en este ambiente tan monástico, con normas estrictas que requieren un grado importante de “sumisión”, y con un punto sectario. Creo, no obstante, que el riesgo de que si es una persona rígida aumente su rigidez es alto.
Desde mi punto de vista, hay formas mucho más amables y libres de obtener los beneficios del silencio, la introspección y la atención plena.
Un saludo.
Hola Diana, soy Saray, del equipo de Isra, Garcías por tu testimonio y aportar una experiencia fresca y diferente que enriquece la comprensión. Sin duda alguna es una experiencia nada fácil, y claro, hay muchas otras opciones.