Cada vez que cuentas la historia que hay en tu cabeza, cada vez que tomas la iniciativa en una reunión delante del consejo directivo, cuando lanzas una idea intrépida o tu trabajo se basa en decidir qué hacer después. Cuando alzas la voz y das un paso al frente por defender aquello en lo que crees, cada vez que sales delante de una audiencia con la finalidad de conectar y crear cambio. Cuando asumes un fallo y te adueñas de él, firmas tu propia voz, escribes desde el corazón o haces esa presentación delante de tus compañeros de clase cuando precisamente hablar en público no es uno de tus fuertes o mejor aún, cuando buscas excelentemente extrañas maneras de pensar. Cuando eso sucede, te expones al riesgo de equivocarte, el riesgo de ser humano y por lo tanto vulnerable.
En ese preciso momento estás logrando crear algo único y escaso que cambia todo lo que impacta, es por eso que vulnerable es uno de los rasgos que mejor definen a un agente del cambio.
Vulnerable es sexy
Necesitamos vulnerabilidad para reconocer que eres como nosotros. Esa vulnerabilidad que te aparta del limbo, precisamente fuera de ese lugar es donde sucede el trabajo que hace mover tu idea desde un concepto a una realidad.
Nos gusta contar historias increíbles, con grandes finales, épicos. Hablamos del lanzamiento exitoso, de los resultados positivos del último año o de la estrategia de captación de clientes que ha dado resultados, incluso de ese ejemplo de atención al cliente que muestra el gran trato. Pero al hacer esto obviamos las historias que conectan, la historia humana y vulnerable. La campaña fallida en Pinterest, cómo perdimos los nervios con ese cliente reiterativo, las noches sin dormir para llegar al deadline del lanzamiento del producto, es esfuerzo descomunal depositado en mejorar tu servicio o tus comienzos como aprendiz de fontanero en lugar de atender una gran universidad.
Unánime es imposible
La vulnerabilidad rechaza la unanimidad, te hace visible y coloca un foco sobre ti, una luz que te expone a miradas de críticos, cínicos, personas a las que no les gustas, no le gusta lo que haces, no entienden lo que haces, no lo quieren entender o las cuatro opciones.
La economía conectada en la que vivimos necesita personas dispuestas a tomar la iniciativa que nos pertenece, esa que creemos sólo está al alcance de unos pocos y en realidad está justamente ahí, frente a ti, solamente espera que des un paso al frente sin importarte nada más que lo que este nuevo entorno posibilita. Pista: cualquier cosa.
Photo credit: hope sun broken.
9 comentarios
Comparto el post. Prefiero pedir perdón a pedir permiso!
Isra no me enviaste tu vídeo para el proyecto #ParaMejorarMiSalud
Mira como ha quedado el proyecto: http://www.youtube.com/watch?v=f88Lu2Wvj6w&feature=share&list=UUfddZPERFbNae1TuUNbRCxA
Lo sé Jaime, lo siento, debería haber sabido decir no, es lo que mi momento exige. No puedes llegar a todos los sitios, aunque quieras. Envíame el link a [email protected] y lo miraré con todo el cariño del mundo en cuanto pueda. Gracias amigo.
me ha gustado mucho el video yo añadiria follar mucho ya que el amor y el sexo son fuentes de salud
Toda la razón, nada que añadir. Gran aporte Bernardo.
Gracias a este post empecé a seguirte Isra y hasta el día de hoy. Algunos días me arrepiento y otros me alegro. Hoy he vuelto a leerlo y es fantástico. Gracias.