Primero, que alguien te explicase el alto coste de la especialización. Segundo, que profundicen en el precio que vas a pagar por enfocarte y obsesionarte por algo, que quizá con mucha probabilidad, dentro de 10/20 años descubras que no te completaba y te hizo perder una barbaridad del tan valioso tiempo.
Si te concentras en algo, puedes avanzar mucho en sea lo que sea que elijas. Eso es algo que hace mucha gente, o casi todo el mundo. Eso es todo lo que hacen y consiguen, trabajan entre 70-80 horas a la semana. Van a toda velocidad desde un extremo al otro de su carrera. Apostando todo a la pequeña probabilidad de lograr un estado excepcional en un dominio limitado y poco accesible.
El alto coste de la especialización
¿Sabes cuál es el precio a pagar? Matar la belleza de la vida, acabas tan enfocado que pierdes la vista de lo que hay a los lados, arriba, abajo, atrás y hasta incluso adelante. La vida familiar se te hace cuesta arriba, no sabes conciliar. Ni siquiera crees que puedas o debas tener tiempo para actividades de ocio o entretenimiento. Te conviertes en alguien que dice “no tengo tiempo” cuando te recomiendan hacer entre 10-15 minutos de meditación y 30-45 minutos de deporte. Lo que sucede aquí es que te convierte en un ser unidimensional.
Esto es comúnmente aceptado y aplaudido por nuestra sociedad, donde se predica el mensaje de que ese es el precio que debes pagar por ser excepcional en algo. Porque vas a tener que estar siempre en tu puesto de trabajo si vas a ser el próximo Richard Branson, o la próxima Carolina Herrera, o Enzo Ferrari, o la próxima genia matemática, o un científico que desafíe las leyes propuestas. Trabajarás, 70-80-90-100 horas a la semana, serás inteligente, dedicado, genial, unidimensional.
Esta es la única forma de vencer a todas las personas que quieren conseguir lo mismo que tú, es la única manera.
Sin embargo, hay un “pero” muy significativo aquí, y es que no vivirás, no tendrás vida.
¿Podrías encontrar un equilibrio? ¿Dónde?
Hay dos cosas a considerar si amas ser un deportista, un escritor, una profesora, empresaria, emprendedor, veterinario, cirujano, y tienes ese tipo de enfoque mental tan radical. La primera es que eres una persona rara, y la segunda, pagarás por ello. Pero bien, más poder para, y de nuevo “pero”, es una apuesta muy arriesgada optar por esta estrategia. Sacrificas casi todo.
Nadie habla de esa parte, la del precio que pagas por tu propósito, por tu misión, pasión, perseguir tu sueño o materializar tu visión. Ese es el alto coste de la especialización.
Así que si vas a hacerlo, por lo menos, ya conoces la parte que reluce y la que no.
Ahora, ve y haz lo que tengas que hacer, nosotros disfrutaremos con el resultado de tu actitud imparable.
Pd. Si quieres no tener que pagar ese coste, considera esta opción – en julio en Valencia.
Atribución imagen: Trojan_Llama.