Empieza y acaba en el camino de la disciplina.
Adquiere un superhábito a la semana, al mes o al trimestre, pero adquiérelo.
Atesora tantas habilidades núcleo como puedas cuando termine el año, o el decenio.
Vive con coherencia, no importa lo insignificante que sea la acción.
Haz algo hoy, mañana, pasado, al otro, al otro y al otro, y así sin parar, para recoger los frutos dentro de cuatro años.
Entrena como modo de vida, no podrás dejar de entrenar, cada día. En todo lo que te propongas destacar.
Juega a largo plazo.
Resiste cualquier infortunio.
No apuntes a ser ganador, apunta a ser legendario. Apunta a ser autodisciplinado.
Entra en el camino de la disciplina
Agallas.
Firmeza en el carácter.
Agudeza.
Mentalidad imparable.
Capacidad para sobresalir.
Compromiso.
Esos son los activos que crearán el éxito duradero y prolongado.
Sé esa persona que ya está despierta haciendo cosas que otros rechazan hacer. Enfócate en tus intenciones y no dejes que nada te distraiga.
Cuánto más crezcas y éxito tengas, más humilde, honesto y digno tendrás que ser. Cuánto mejor funcione tu producto, más deberás preocuparte y cuidarlo. Y cuánto más sepas, más deberías aprender y menos creerte que ya sabes lo suficiente.
No será fácil, requerirá dar todo lo que tienes, pero puedes hacerlo, otros lo han hecho. Aunque si quieres tomar la ruta fácil, te prometo que será más largo y doloroso que el camino difícil. Elige siempre la opción compleja, el camino de la responsabilidad, de los principios, el trabajo, del sacrificio.
El camino de la disciplina. Humildad, propiedad y virtud. El cual, en última instancia, te llevará a la libertad.
Haz que la disciplina sea tu mapa, y tu vida. Todo mejorará, se alineará si sigues estos principios.
Entonces, nada, ni nadie en el mundo podrá pararte.
Atribución imagen: Lisa.