Así he sobrevivido hasta día de hoy, el primer paso fue elegirme. Aprender las cosas que importan por mí mismo, aprender a fallar, aprender a ganar, a arriesgar, a cooperar con la incertidumbre, a bailar con el momento. Encontrar la perspicacia, pillería, técnicas y herramientas que he ido necesitando. Entendiendo como funcionaba lo que importa: mi mente, mi espíritu, mi físico y mis emociones. Hacer las cosas que odiaba como si las amase, hacer sin sentir, hacer sin ni siquiera pararme a dudar, creer en mí mismo sin remedio, a pesar de no saber ni siquiera si estaba creyendo o no.
Sin embargo, el paso dos es fácilmente subestimado. Esta segunda fase es convertir todo en un hábito beneficioso. Comprometerte con la práctica. Cambiar de estrategia cuántas veces sea necesario. Intentar infinitamente. Experimentar con todo lo que caiga en tus manos. Dando un paso al frente y exponiéndote, haciéndolo día tras día, una y otra vez, de día, y de noche, hasta que empiezas a amaestrarlo. Es más, hasta que se convierte en parte de lo que eres y haces.
La mayoría de personas que conozco, no solo no llegan al paso dos, sino que ni siquiera finalizan el uno, demasiado costoso, demasiada pereza. Es una pena que no invirtamos más, en hacer que la ética del trabajo se convierta en una forma de arte que impacte positivamente, para que luego convirtamos esto en un superhábito.
Sacude el mundo
Así que de vez en cuando, alguien aparece y sorprende al statu quo. Alguien no acaba el colegio o deja la universidad, pero acaba dirigiendo una organización de más de 200 personas o escribiendo una novela brillante. Una persona que no pudo ir a la universidad pero lanza una startup que acaba siendo valorada por las nubes, siendo comprada por un fondo de inversión.
Lo sorprendente no es que el éxito no mantenga correlación con los filtros que hemos aplicado, o que no haya resonancia entre la categoría y la persona. La cosa realmente sorprende es que pensamos que los filtros, etiquetas o señales están exactamente correlacionadas con el éxito futuro.
No.
Elegirte y elegirme, no hay otra
Lo que necesitas es saltar, y no, no necesitas más tiempo, necesitas elegir-te, necesitas decidir.
Fácil decirlo, pero difícil aceptarlo.
Accionar es difícil, así como decidir, arriesgar y experimentar, porque todo ello acarrea responsabilidad. Es mejor no hacerlo. ¿En serio?
¿Cómo no hacerlo?
Pide más tiempo, más oportunidades, más justicia, más suerte y más privilegios.
Si tienes más tiempo, que de momento tienes, puedes huir y esconderte.
Quizá alguien podría hacerlo por ti. Quizá ni siquiera necesitas hacer nada de eso.
Pero…
Ese es tu trabajo y el mío.
Elegirte y elegirme.
Disrupt Everything #105 – Elegirme o morir
Nuevo podcast sobre el poder de elegirte a ti mismo. Un episodio que gira alrededor de la idea de apropiarte de tu vida, de tomar tus propias decisiones, de elegir tu camino, de dibujar tu propio mapa, y no dejar que nadie lo haga por ti. Es liderazgo personal en su más pura esencia, pero adaptado a este nuevo entorno disruptivo, impresionante e infinito, que habilita cualquier tipo de posibilidad que antes no estaba a nuestro alcance.
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Índice de contenidos
- La mejor elección: elegirme a mí mismo.
- La economía disruptiva: elígete a ti mismo.
- Crea tu oportunidad.
- Replantea tu elección.
- Una historia personal sobre elegirse a uno mismo.
- 18 hechos que me han ayudado a elegirme.
- Nadie va a elegirte.
- Nunca es tarde, hay tiempo.
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Atribución imagen: Hernán Piñera.
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