Un día pensé en la siguiente fórmula, cuando haces, aprendes, cuando aprendes haces, cuanto más repites ese proceso, más brillante te vuelves haciendo que algo suceda. Entonces, si hacer que las cosas sucedan va sobre vivir situaciones fuera de lo común, probar – experimentar, fallar, reconocerlo, levantarte rápido, seguir hacia delante, sonriendo, agradecido por estar aquí, siendo consciente, preocupándote únicamente por la bola implacable del momento, ignorando las urgencias, permaneciendo ciego al futuro, pero valorando siempre que sucedido ayer y extrayendo el máximo valor y utilidad de todo ello, para entonces intentar diferente otra vez. Si entonces consigues hacer todo eso cada día que pase, entonces cualquier resultado dependerá únicamente de ti, solo de ti. No necesitarás el permiso, ni la licencia, ni tendrás que esperar la oportunidad de que alguien venga y te diga te elijo.
No necesitarás permiso
No necesitarás ninguna agencia que te fiche, ni necesitarás ningún medio de comunicación que te diga, escribe para mí. Tampoco necesitarás ningún organizador de eventos que te diga, quiero que hables en mi evento. No necesitarás ningún empresario que te invite a desayunar y te diga, quiero comprarte tu idea. Tampoco necesitarás a nadie que venga y te diga te promociono de puesto. Podrías elegirte a ti mismo y hacer que algo importante suceda.
Necesitarás iniciativa
Ese, será el comienzo, ese día cambiará el resto de tus días. Cuando te das cuenta de que a las 00:00h no hay cenicientas, cuando te das cuenta de que el principe azul no toca a tu puerta y que se ha quedado en otra casa con otra cenicienta en lugar de continuar la búsqueda de su cenicienta deseada, y cuando te das cuenta de que no hay un truco que descargarte en Internet y que el único permiso que necesitas para hacer que las cosas sucedan es el tuyo, y de nadie más. Bueno, entonces ya puedes volver al trabajo que importa y hacer que lo que quieres suceda.
Hacer que las cosas sucedan
No hablo de emprender, hablo de hacer que las cosas que te apasionan sucedan. No aspiraciones, sin realidad. Sí, no palabras, hechos. No esperanzas, resultados. No perfección, acción.
Nota: parte perteneciente a la introducción de la conferencia ayer en Disney Expo Learning 2015.
Photo credit: Partysan.
5 comentarios
Gran post Isra,
Hace unos meses acudí a un evento para emprendedores, y me choqué exactamente con lo que comentas. Creo que existe una fiebre por emprender, y el que el hecho de lanzar un negocio ha dejado de ser una forma de ganarse la vida aportando valor a tus clientes para convertirse en crear lo que sea para tener reconocimiento.
Por ello pienso que el concepto de emprender está decayendo poco a poco y, como tú, soy defensor de que es necesario que existan más personas preocupadas por hacer que las cosas sucedan.
Excelente Isra, más acción y menos palabras. La vida es corta y somos los únicos responsables que esas cosas que queremos sucedan!!!
Acción genera reacción, mejor ser los causantes.
Haz que las cosas sucedan y luego, si lo deseas, emprende.
Muy buena reflexión Alejandro,
Coincido contigo al 100%. Muchos emprenden Ego S.A. Su ROI: validación externa.
Emprendimiento… ¿Estamos ante una burbuja? ¡Veremos que sucede!