Simplificar. Cada día lo tengo más claro, hacerlo simple. Hace años que me di cuenta de esto, he ido poco a poco, año tras año, mis decisiones, elecciones, trabajo, vida, vestuario, gustos, actividades, personas, cosas… antes todo era muy complejo, ahora todo, repito, todo, es fácil. Me refiero a que, en general, la mente humana, comúnmente hablando, no procesa bien la complejidad. Estoy seguro de que hay personas que pueden lidiar con problemas y soluciones complejas, pueden manejar situaciones complejas, pueden vivir vidas complejas, y hasta pueden poseer pensamientos complejos. Personas que en el piano no escuchan una o dos notas, sino nueve o diez.
El cuadro debe ser entendible por cualquiera
Esto es algo todavía más pronunciado en el arte que las personas consumen, las casas en las que viven, los coches que conducen, las palabras que utilizan, la ropa que visten. En realidad, puedes verlo en cualquier lugar, si miras con el suficiente detenimiento. Son fórmulas probadas, estructuras y métodos. Sí, quizá dentro de ese conjunto hay desviaciones, pero son casi invisibles. Las personas quieren lo que tienen otras personas, las mismas cosas que ya tienen. Así que tú, el creador, el emprendedor, el profesional del marketing, observas el cuadro de lejos, y entonces tienes la oportunidad de añadirle algo de color, quizá uno, dos o tres colores, a lo mejor cuatro. Cómo organizas y distribuyes los colores importa, y depende de ti, porque lo único que importa a la gente al final, es el cuadro acabado de pintar.
Cómo hacerlo simple es la pregunta
No estoy diciendo que no pueda haber sofisticación en el proceso. Claro, puedes invertir tiempo que crear todo lo que sucede en esa pintura, escultura, proyecto, campaña o negocio. Ese es el truco, hacer que lo sofisticado sea fácil, hacerlo simple. No es una cuestión de inventar algo, sino de plantearnos esta pregunta: ¿Cómo hacerlo simple, tan simple, que cualquier pueda entenderlo? ¿Cómo podría crear un producto que cualquiera pudiera usarlo? ¿Como hacer mi servicio tan accesible que cualquiera pudiera beneficiarse de él? ¿Cómo crear un anuncio de publicidad que entendieran las personas que busco? ¿Cómo llevar una vida tan simple que no tuviera que preocuparme por nada más? Puedes empujar esto a la complejidad, pero no creo que te haga exitoso, rico o cualquier cosa que ansías.
Demasiado a menudo, sobre todo cuando somos jóvenes e inexpertos, queremos hacer las cosas complicadas porque pensamos que eso es poderoso. Vemos el cuadro, imaginamos que vamos a pintar en él, y pensamos: ¡Que le jodan al cuadro! Quiero ser diferente, crear un nuevo objeto, diseñar un nuevo servicio, reinventar el negocio. Cada día veo personas y organizaciones que pueden tener una gran vida o un gran negocio, pero quieren hacer cosas demasiado complejas. A veces funciona, pero en raras ocasiones. Es como la musica pop, no escuchas el jazz instrumental de 10 minutos en las emisoras más reconocidas . Escucha cualquier radio, lo mismo de siempre, los mismos «hits», repetidos cuatro veces al día.
Aléjate de la complejidad
Quizá, de vez en cuando, escuchas alguna variación nueva, pero más o menos, esas son las reglas. Podrían cambiar, claro, podrían ser distintas, claro. Sin embargo, la mente humana no ha sido creada para procesar grandes niveles de diferenciación. Espera lo que obtiene, espera el cuadro, la fórmula, el método, las claves. Es por eso que la gente premia el decirles cómo hacerlo simple.
Voy a simplificar, hacerlo siempre, ya sabes… Da igual el esfuerzo que hagas tratando de hacer las cosas interesantes y complejas, deberías reformular tu estrategia y hacerlo simple, y quizá algo interesante. Si haces tu trabajo, sea el que sea, al final, será interesante, pero será simple, y muchas personas podrán entenderlo. Será más accesible, y ahora, te daremos la atención que mereces porque ya no parece demasiado complejo para nosotros.
Atribución imagen: Jo.