Esto es una técnica que llevo dos meses aplicando, quiero compartirla contigo, porque me gusta compartir aquello que descubro que más impacto está causando en mi forma de vivir o trabajar, de obtener lo que quiero, de hacer lo que hago. Sin rodeos, está siendo una técnica resolutiva, tanto, que necesito hablarte sobre ella, quiero – me gustaría – que la llevases a cabo. Imagina solo interactuar con propósito.
Elimina interacciones sin valor
Podríamos decir que es una especie de sistema, demonios, cualquier cosa que hago y funciona la sistematizo para que piense y actúe por mí, relevando la carga intelectual (y en muchas ocasiones emocional y hasta física) que tengo que depositar en esa tarea. Podría decirse que puede convertirse en un superhábito y que ayuda tanto a la Ultraproductividad como al alto rendimiento holístico, le he puesto el nombre de “Interactuar con propósito”.
Interactuar con propósito – explicación
Solo conversaciones con propósito. Esto es un paso más allá, pasar de optimizar reuniones a encuentros, citas o conversaciones – o interacciones – es el próximo nivel.
Ya conoces (o deberías) eso de solo reuniones con significado y objetivos, vale, llévalo a las relaciones con personas, amigos, desconocidos, conocidos, colegas, jefes, ponle el nombre que te apetezca. Es simple esto, restringe cualquier interacción con personas que no aporten lo que te interesa.
¿Cómo saber si te interesa o no lo que te pueden aportar? Venga, seamos honestos, si le o la conoces, ya sabes que puede entregarte, que vas a recibir y qué vas a dar tu a cambio. Si todavía no conoces a la persona, no te hacen falta más de 5 minutos escuchándola hablar (es importante que escuches tú y no seas el que hablas), para saberlo.
5 componentes clave para lograrlo
1. Asegúrate que cuando mires a tu alrededor no haya más de una de esas personas que no aportan nada. Me refiero al alrededor de un círculo cercano, por ejemplo cuando estás en un cocktail de negocios y estás con un grupo de personas.
2. Asegúrate de que conoces a las personas con las que pasas tu tiempo. Si no las conoces invierte un poco de tiempo para conocerlas y saber si merecen ese tiempo, esa atención, esa calidez. Si no la merecen me pregunto que estás haciendo ahí, en lugar de invertir tu energía en personas que si merecen esa energía. Si la merecen, ábrete, da, escucha, aporta, ayuda, impulsa y bueno, sé tu mejor tú.
3. Deja claro tu propósito con cualquier persona, te importe o no. No te preocupes si políticamente es correcto o no, preocúpate si eres honesto y tu forma de actuar está alineada con tus valores. Qué potente es esto, cuanto me gusta.
4. Establece objetivos en tus interacciones. Me gusta pensar que en cada encuentro, interacción, conversación desliz, fiesta, voy a sacar algo, no necesariamente material o profesional y no siempre para mí, pero voy a sacar algo, siempre lo saco.
5. La lista “personas y cosas que merecen mi tiempo, mi interacción y mi cariño”. Constrúyela, puedes ir actualizándola. Detén y elimina todo lo que esté fuera de esa lista, salvo excepciones en la que tu instinto avisa.
Interactuar con propósito. Qué bonito.
Photo credit: al shep.