La autodisciplina es libertad.
Esto es lo único que puedo decir sobre la habilidad núcleo más poderosa e incontestable que conozco.
¿Por qué es libertad? Porque cuando la practicas a diario durante años te ayuda a conseguir cualquier cosa: paz, ecuanimidad, resiliencia, liderazgo, una vida sin miedos, un estilo de vida sano, autocontrol, respeto, dignidad, amor verdadero y lo que desees.
Sin embargo….
Confundimos obediencia con autodisciplina
Una confusión que sale cara.
Creamos nuestra educación basándonos en la obediencia, no en la autodisciplina. Exámenes, comportamiento, seguir instrucciones, estructurar personas para cumplir con estándares.
Incluso organizamos nuestras empresas alrededor de esa obediencia. Desde la candidatura de un posible empleado a los presupuestos anuales, ingresos,objetivos e informes. El trabajador modelo es alguien que para funcionar necesita saber qué debe hacer.
¿Por qué se hace esto? Porque se espera que en algún momento la obediencia se transforme en autodisciplina y autocontrol. De esa forma las personas empezaremos a obedecernos a nosotros mismos y seremos líderes. Porque la autodisciplina es libertad, y junto a la autoconsciencia, son dos de los de los bloques de éxito para cualquier persona o empresa. Necesitamos ambas, junto a iniciativa y autocontrol y amor propio, si queremos marcar la diferencia.
Pero espera, ayúdame a entender ¿por qué obedecer es el mejor camino para llegar? No conozco a nadie que sea libre por seguir órdenes.
Así que mientras seguiremos esclavos, de las instrucciones de otros, de la sabiduría convencional, de la tiranía del sistema y la pereza.
Hoy empieza, en Albacete, el día dos del Programa de Excelencia para personas en desempleo. Un compromiso con liderarse a uno mismo, una cita con disciplina que importa, la que viene de uno mismo. Alcanzar esa libertad no ocurre cuando seguimos órdenes, sino cuando vamos y las ignoramos.
Ahora ya lo sabes, la autodisciplina es libertad.
Atribución imagen: Alex Frag.