Hay personas que dicen que hacen que las cosas sucedan, hay otras que hacen que las cosas sucedan y luego, unos kilómetros más de distancia hay personas como Nando Coderch, que además de hacer que las cosas sucedan, lo hacen con impecabilidad, ilusión y conexión.
Hoy voy a hablar sobre Nando en cuestión, si lo conoces, reconocerás mucho de lo que escribo en estas líneas, si no lo conoces, aquí, espero, tendrás una razón más para llegar hasta él.
Trabajar por el corazón
Nando es un espécimen bastante escaso, principalmente porque ese ese tipo escaso de personas que deciden dedicar y emplear su energía, cariño y cuidado y todas las horas que un día no tiene, únicamente en aquello que le hace sacudir su corazón. Y esto puede parecer bonito así escrito y cómo yo lo digo, créeme no lo es cuando tienes que sacrificar esperanzas, ilusiones y cortos plazos por algo que sientes como una oportunidad pero el resultado es una duda. Cuando sientes que tienes que exponerte a un riesgo que te sobrepasa en dimensiones y cuando tienes que tomar decisiones que a ti mismo te atemorizan. Eso, en ocasiones, significa trabajar en lo que un día ni siquiera soñaste, y luego hacerlo ocurrir, claro.
Ilusión que arrastra y arrasa
Este tipo posee una cualidad extraordinaria, si Nando siente algo, un proyecto, una idea inverosímil, una inquietud de un amigo, un partido de fútbol o una canción, lo vive con tanta intensidad y pasión, que el eco retumba en las cavidades sensoriales de cada persona que hay a su alrededor, de tal manera que engancha y arrasa todo lo que encuentra a su paso. Como un Bulldozer de 5 toneladas.
Adaptable a lo incómodo
Una persona versátil, que tan pronto da una conferencia por primera vez delante de 800 personas con el mismo descaro y desparpajo que si llevara 200 charlas de experiencia, como desmonta los escenarios de un festival para más de 15.000 personas y se queda ayudando al último operario hasta que no queda nadie en el recinto. Nando baja ahí abajo, al campo de acción, y se mancha las manos con la misma elegancia y profesionalidad con la que hace negocios o desarrolla proyectos que previamente eran ideas locas en su cabeza.
Su trabajo siempre ha sido el diseño de experiencias en eventos, siempre ha buscado como resultado la emoción en las personas que sirve en su profesión. Aunque también trabaja transversalmente entre las áreas de comunicación, creatividad, logística, producción, negociación y management, y lo hace con agilidad y eficiencia. Un híbrido muy interesante por todo lo que es capaz de aportar a un negocio o proyecto. He visto con mis ojos como de la nada, ha creado proyectos como el Spring Festival, Mare Nostrum o auténticas experiencias de marca entorno a eventos deportivos. Él fue uno de los responsables de llevar la comunicación de la marca 226ERS a los más alto. O ser el responsable, junto a su tío Paco, de darle forma a Paquito Olé en el día de las alas de Red Bull. Entre otras cosas.
Te convierte en irrompible
Dentro de IG, su papel es fundamental, responsable de nuevas oportunidades de negocios y management, mi persona de confianza, en la vida y en el trabajo, uno de mis mejores amigos.
Sentir que alguien como Nando está a tu lado, te hace sentir imparable. Incluso más allá del lado empresarial. Su empuje fue fundamental para entrar en el mundo del triatlón primero y luego de los desafíos como Ironman, Ultraman o Burning Man Quest. Nando fue la persona que me lanzó y me apoyó, si hoy estoy a las puertas de hacer tres distancias Ironman seguidas en tres días (#DesafíoVida), debo decir que él tiene una gran culpa en todo esto. Ahora Nando, lleva un tiempo haciendo ese gran trabajo que hizo conmigo, con otro de nuestros mejores amigos, Israel Payá, aquí, presiento que los resultados serán escandalosos.
Para mí, Nando es una de las personas que aportan grandeza al mundo, personas que cambian las cosas y empapan todo lo que tocan de magia, la genialidad de hacer las cosas con el corazón, pero siempre rindiendo cuentas a la excelencia.
Photo credit: Toni Miranda.