Estamos en el cuarto día del Programa de Excelencia para Desempleados. Hemos pasado por preguntas afiladas, por auditoría personal y profesional. Por superhábitos, habilidades núcleo, diseño de propuestas de empleo y ahora Ultraproductividad. Además de haber tenido a Aitor Contreras el viernes y ayer mismo un grandísimo Cesar Mariel, que aportó luz en proyectos, empresas, cultura start-up, disrupción y design thinking. Imagina cuánto valor, tanto que he querido disfrutar de todo esto como si fuera un participante. ¿La clave? Prestar atención.
Vivir despiertos empieza por prestar atención
La atención es clave como decía. De César y de Aitor aprendí varios hacks. Esto me hizo pensar en cómo puede ser que cada vez que hago algo, salga bien, o mal, absorba y aprenda tanto. La respuesta, de nuevo, prestar la atención. Justamente la atención a la atención es algo que he venido echando en falta en estos cuatro días de programa. Si lanzo una crítica constructiva hacia los participantes, veo poca atención, en detalles, en compañeros, en compromiso, en trabajo, en uno mismo, en el contexto. En todo vamos.
Consumimos y creamos tanto que no queda tiempo para darse cuenta de las cosas. No estamos presente durante la creación, tampoco durante la ejecución, e incluso ni siquiera en el proceso.
Hacer las cosas es importante, sí, claro, pero hacerlas sin prestar atención es como no hacerlas.
La persona que establece lo que haces, recibes o a lo que respondes, es la persona que controla tu mejor trabajo. A veces puede ser una persona, y a veces puede ser un dispositivo, medio o problema.
Otra hora más en el abismo
Ahí va otra hora. Una hora respondiendo a tu bandeja de entrada en el el correo electrónico. Ahí va otra hora. Otra hora en una serie de televisión en la que yo no pinto nada. Ahí va otra hora. Otra hora observando la vida de las otras personas en redes sociales, mientras yo, observando, sin movimiento. Ahí va otra otra. Otra hora preocupándome por problemas que no peudo solucionar, personas que no puedo ayudar, estadísticas que no importan. Ahí va otra hora, otra hora esperando una respuesta que debería estar creando.
Si pasamos los días sin darnos cuenta de las cosas, pasamos los días en tierra de nadie.
Elige con sabiduría. Prestar atención es quizá la decisión más importante que podrías tomar, cada día.