Puedes aprender a tocar el piano. Puedes aprender ciencia. Puedes aprender escalada. Puedes aprender Cantonés. Puedes aprender a liderar, a ser autodisciplinado. Puedes aprender a arriesgar, a ser autoconsciente. Puedes aprender a ser tu propio maestro, a educar, a crear cosas. Puedes aprender a ser libre, a montar negocios, a programar, a cantar, a vivir mejor.
También puedes aprender a tener más empatía, a aprender de forma más eficiente, a ser más resiliente, a instigar, a intentar diferente, a ser la persona “no importa qué”, o la persona “me da igual». Puedes también aprender a ser imparable, excepcional o mágico, a formularte las preguntas que necesitas responder.
Incluso puedes aprender todavía a ser tu mejor versión jamás creada, hasta a desatar todo tu potencial.
Puedes aprender seguro a ser mejor cada día de tu vida y aprender a experimentar.
Si puedes aprender algo que te hace mejor, cualquier cosa que te haga destacar, que puedes, entonces es una habilidad. Si puedes mejorar esa habilidad entonces es una habilidad núcleo.
Puedes aprender a ser mejor si así lo deseas
Y si es una habilidad (núcleo), es tuya si tú quieres que sea. Y si quieres que así sea es porque está en tus manos. Y si está en tus manos es que está bajo tu control. Si está bajo tu control, no necesitas la aprobación de nadie. Y si no necesitas la aprobación de nadie quiere decir que nada podría detenerte.
Lo cual es una noticia genial ¿no es así?
No importa que tienes, o que dices, importa que haces y hasta dónde estás dispuesto a llegar.
Pd. El viernes pasado estuve en Alicante participando en ALCTITUD, una iniciativa del departamento de juventud de la Diputación de Alicante para impulsar a la gente joven. Allí trabajamos la importancia de desarrollar las habilidades núcleo necesarias para ser imparables en cualquier cosa.
Atribución imagen: Grupo IDEX.