Empecemos por aquí, tu trabajo será rechazado, sobre todo si buscas crear impacto positivo o hacer algo realmente importante. Esto es algo indisputable.
Ahora que ya lo sabes, y es vital saberlo antes de que te vuelva a pasar. Porque entonces ya serás consciente de que podía pasar.
¿Qué hacer después de ser rechazado?
- Determina lo que en realidad sucedió, ¿por qué fuiste rechazado? No tu propuesta, sino eso que te deja sin derecho, sin oportunidad de defenderte y sin esperanza. Decide retroceder, agachar la cabeza y hacer lo que se te dijo que debías hacer.
- Date cuenta de que lo que podría haber sucedido es que fueras a las personas inadecuadas con la cosa incorrecta. Quizá esas personas quieren o esperan algo diferente a lo que tú puedes darles.
- Resuelve #2 haciendo un trabajo más eficiente yendo adonde tu trabajo, arte, actitud y humanidad pueden ser necesitados y reconocidos.
- Entiende que no contaste una historia que resonó, nada más, que tú carácter, tus resultados, tú experiencia, tus detalles o promesa – algo no conectó, algo no sintonizó en la frecuencia adecuada. Aprende a ver qué es lo que fue y alinéalo para futuros intentos.
- Asume que sea quien sea quien te rechace, te ignora, está en desacuerdo contigo o no te ama, no es un imbécil o estúpido, solo es alguien que no es para ti ni viceversa.
- Interioriza, que quien te rechaza, te denigra, te infravalora y te ataca frontalmente.
En mi experiencia, habiéndome expuesto a buscar el rechazo durante 200 días, habiendo sido rechazado una media y de 15 veces de 20 que he intentado como proporción, los puntos uno y dos no te llevará donde quieres ir. Se requiere de perseverancia, autoconsciencia y resiliencia para evitar la primera opción. Y la última opción, pues esa solo está reservada para megalómanos, increpadores y los terminalmente frustrados.
Atribución imagen: Edd Sowden.