Reglas para vivir una vida digna y memorable:
Da y no mires atrás, pero da a quién sabe apreciarlo.
Encuentra a alguien que esté perdido y ayúdale a encontrarse, pero encuéntrate a ti primero.
Vive con la idea de que la muerte está al acecho, podría estar esperándote detrás de cada puerta, pero no te preocupes, también podría estar esperándote en el sofá de tu casa.
Mantén tu casa en el orden que más armonía origine, pero permite que uno de los cuartos sea un caos.
Viste como y lo que te gustaría transmitir, primero para ti, luego, para la gente a la que quieres vender (pista: ambas cosas deberían estar alineadas).
Al final del día solo tienes que dar explicaciones a tu propia integridad.
Intenta ver cada día una cosa que nunca habías visto.
Toma el propósito que se te ha dado y espárcelo, hacer el bien, ya lo tienes, no necesitas buscar más pasiones, “secretos” o misiones de vida.
Escucha buena música, música que te ensalce, no que te descomponga o te sobreexcite.
Come la comida que tu cuerpo y organismo más puede optimizar, no eres capaz de imaginar los resultados de este pacto.
Acuéstate a la hora que tengas que acostarte, levántate a la que tengas que levantarte, tú decides y eliges, eso sí, no vengas después con lloriqueos de que no llegas o no sientes que…
Trabaja por algo bonito.
Conviértete en una persona no importa qué lo voy a hacer igualmente, solo capaz de parar cuando fuera en contra de su sistema de valores.
Equilíbrate, pero solo cuando hayas conocido el límite de tus límites.
Emprende experiencias vitales (Peak Experiences) de vez en cuando, no compares, cada uno tiene su propio monte Everest.
Experimenta con algo absurdo, luego con algo ridículo, luego aleatorio y finalmente con algo improbable, permanece atento a lo que sucede.
Ama a la gente que odias, ama más (sin apego) a la que amas.
Rodéate de amigos y amigas que multipliquen tu singularidad por diez.
No dudes de ti, no dudes de los demás, duda de dudar.
Siembra algo poderoso y positivo que otros luego puedan recoger, incluso aunque no llegues a estar para presenciarlo.
Si encuentras algo en mal estado, dale mimo e intenta dejarlo un poco mejor de lo que lo encontraste.
Deja algo memorable en cualquier persona con la que interactúes.
Ya que vendes y hacer marketing, porque todos lo hacemos en cualquier circunstancia (a menos de que seas un monje del Tíbet o cualquier otra orden), haz que cuenta y que sea de impacto positivo para ambas partes.
Dibuja algo con tus manos y regálalo a alguien.
Desgástate por lo que haces, no debe ser la aventura de tu vida, sino lo que haces de forma cotidiana. Deposita todo lo que tienes en lo normal y nunca más volverá a ser algo habitual.
Siéntete de manos atadas con la persona que a diario ves en el espejo, no tienes otra.
Pd. Feliz cumpleaños Gilberto, esto es lo que nos dejaste a todos. Un recuerdo imborrable, una vida aprovechada al máximo, y una personalidad que todos echamos de menos. Seguiré expandiendo nuestras reglas para vivir una vida digna y memorable.
¿Y tú? ¿Qué otras reglas añadirías a la lista?
Atribución ilustración: Sara Acratart.