Después de las cuatro semanas de vivir sin smartphone, llegar a España, experimentar la sensación de estar “aislado” del mundo en «tu mundo”, la cosa no fue tan mal como pintaba. Entonces decidí continuar y extender el experimento hasta finales de mayo, momento en el que regreso de nuevo a España y quizá encienda el iPhone que tengo en mi residencia de Valencia.
Sin smartphone mueres
A día de hoy, poseer o no un smartphone, no me llama excesivamente la atención. Me resulta muy curioso cuando expuse el experimento en Disney España o IAB Day Colombia, algunas caras del publico, unos incrédulos, otros parecían echarse las manos a la cabeza horrorizados, otros negaban con la cabeza. Cuando al acabar cada evento tuve la oportunidad de hablar con algunos, preguntaba si realmente era cierto que no tenía smartphone, no se explicaban cómo podía ser. En este tiempo, he hablado con mucha gente sobre el tema, la sensación mayoritaria es esta “yo no podría, me moriría” ¿En serio?
Este no es un post para decirte lo mucho que he aprendido con este experimento, ya hay otros cuatro posts que lo explican profundamente, aunque siento que cada semana que pasa aprendo algo nuevo, también experimento situaciones incómodas derivadas de carecer de un dispositivo móvil inteligente. Este es un post para lanzarte un pequeño pinchazo en el culo, de los que a ti te gustan, creo.
Podría ser un escándalo
Esta es mi pequeña provocación: ¿qué pasaría si decidieras apartar tu smartphone durante quince días? ¿Se redimirían todos tus pecados e irías directamente al cielo? ¿Conectarías más con el mundo que hay a tu alrededor? ¿Disfrutarías de permanecer quieto? ¿Aprovecharías más el momento y las personas con las que decides invertir tu tiempo? ¿Mejorarías en la capacidad para prestar atención? ¿Adquirirías habilidades más humanas y saludables?
Quince días ¿serías capaz? ¿Podrías? ¿Te atreverías a hacerlo? Sí, quince días, no un mes, no un año, únicamente quince días sin contacto alguno con tu smartphone y todo lo que ello significa, todo lo que va dentro y fuera. Me gustaría que sintieras una parte de lo que he sentido en estos ya casi dos meses.
Así que ese el desafío que te traslado, pasar quince días sin smartphone y anotando ventajas y desventajas y aprendizajes, y ahora viene la parte importante, una vez que has conseguido situarte en el “otro extremo” y si, espero, has conseguido ver tu vida sin estar conectado al instante, continuamente y con mayor intensidad. Entonces te darás cuenta de que sucedía en el otro extremo (aquel donde vivías “enganchado”) y no soy yo el que voy a decirte que es lo que sucede ahí, prefiero dejarte a ti que lo descubras por ti misma/o.
El objetivo detrás de todo esto
La idea – o el objetivo – no es que vivas o trabajes sin smartphone, no, ni que seas el tipo “cool” que ahora no usa este tipo de dispositivo o que te aísles de lo reactivo (aunque esto último es poderoso), sino que logres colocarte, aunque sea por un corto espacio de tiempo, en el extremo opuesto. Colocarte en el margen contrario para entonces encontrar una manera más sana, eficiente, óptima y potente de usar lo que la economía pone a tu alcance y no a la inversa. Esto último es algo que la mayoría no estamos dispuestos a aceptar, o simplemente estamos tan seducidos por esta nueva y aparentemente necesaria adicción, que no vemos el universo fuera de esta mini maravilla.
¿Serías capaz de probarlo? Lo único que puedes perder la capacidad de no tener que pensar por ti mismo, no te preocupes, será solo por un tiempo, luego ya puedes volver a no pensar demasiado.
Photo credit: Esther Vargas.
4 comentarios
Hola Isra!
Creo que el experimento que iniciaste sirve para darnos cuenta de que un smartphone no nos convierte en superman. Simplemente sirve para aumentar algunas de nuestras capacidades si se usa bien, sólo si se usa bien, el matiz es clave.
Podemos llevar nuestra oficina encima 24×7 ¿pero realmente estamos buscando eso en la vida y en los negocios?
¿Buscamos esas relaciones?
Creo que lo que todos aprenderíamos de tu experimento es a conectarnos más con nosotros mismos y con nuestro entorno, el objetivo de internet no es programar bots, autorespondedores, y miles de otros automatismos. Eso son solo herramientas y la clave en nuestro éxito profesional y personal no es eso, son las relaciones humanas que podemos conseguir gracias al poder de una sociedad conectada. Todavía no se ha creado automatismo que sustituya un «Gracias» dicho de corazón o un abrazo.
En esta era loca de la hipercomunicación no debemos olvidarnos que nuestro cerebro es hasta la fecha la herramienta más potente que existe, así que no usemos el smartphone para sustituir lo que nos define como seres humanos, usémoslo sólo para las tareas tediosas o mecánicas. Tenemos que acostumbrarnos a hacer cosas que no escalen, nutrir una relación tomando un café durante 3 horas sin estar con el puto móvil encima de la mesa, pasar tiempo con tu familia, con tus hijos… Todo esto no resta, sino que suma.
Si somos felices y no estamos dominados por nada externo nuestras relaciones y nuestros negocios van a dar un salto cualitativo increíble.
Me gustaría ver a más gente metida en el 2.0 que colgara en su biografía de Twitter su horario de trabajo o de atención al público. Prefiero contratar a alguien que tiene una vida equilibrada y feliz que a alguien que curra 24×7, estoy 100% seguro que la calidad de su trabajo será mucho mayor.
Como se suele decir: Menos es más 🙂
Gracias por el post Isra, poco a poco vas dejando pequeñas perlas de sabiduría que muchos vamos incorporando a nuestras vidas.
Un saludo!
Gracias por tu aportación José Luis, la idea es cumplir objetivos, pero no sólo profesionales, sino personales (íntimos), familiares, sociales, etc. Y todos estos no ocurren en el smartphone, entonces, hay una desconexión que no vemos, todavía más grave.
Para ver las cosas como realmente son (y no parecen), es necesario que dejemos de ver cómo vemos el mundo, esto es clave.
Hola Isra. Depende de tus objetivos es una excelente recomendación porque pienso que tu ejemplo de aislarte 15 dias del smartphone puede extrapolarse a muchas prácticas de nuestra vida. Por motivos laborales no podría hacerlo pero que tal 15 dias sin Facebook? O 15 dias sin comer cierto alimento que te hace mal pero te encanta? El trasfondo de esto con seguridad genera disciplina, aumenta la capacidad de reconocer tu norte. Voy a aplicarlo en algunas cosas a ver como me va. Slds desde Cali.
Me parece muy acertado tu enfoque Rodolfo, como bien dices puede extrapolarse a otra cosa y ser beneficioso. Avísame de los avances.