Para todos nosotros, dibujantes de mapas e inconformistas, creados a raíz de un ADN que contiene iniciativa, determinación, supervivencia, reinvención y encontrar los márgenes de la mejor versión de cada uno. Para todos nosotros, hay una segunda naturaleza, un hábitat natural. Esa es la urgencia de tomar acción tanto como podamos y ver cómo de lejos podemos llegar a través de nuestro trabajo, marca o proyecto.
Permíteme asegurarte que si tomar acción para ti únicamente significa monetizar, vas a perder la carrera, incluso te quedarás a mitad del camino. Cómo construyes un negocio es más importante que cuánto ganas mientras haces negocio. Sobre qué valores se asienta tu marca es mucho más importante que cuántos seguidores y fans has conseguido con esa marca. Cómo creas cambio es más importante que el salario que ganas por las horas de trabajo.
Sí, quiero crear una escuela de educación disruptiva internacional, sí, quiero que IG forme parte de un fondo de inversión. Sí quiero dar la vuelta al mundo. O sí, pretendo ir más allá a lo lejos que cualquiera. Sin embargo, al mismo tiempo que tomo acción tanto como respiro cada día, gano dinero que me sirve como gasolina para continuar a fondo en conseguir aquello que me motiva. Todo está conectado. Soy súper-consciente de que todo lo que hago deja una marca y tiene un precio.
Tomar acción y nada más
Mi obsesión con tomar acción es más que una obsesión, es una ansia. Algo que descubrí en Vipassana. Puedo combatirla o aceptarla y abrazarla. He optado por la segunda opción. Quizá es lo cómodo para mí, no me importa. Lo que sí importa es todo lo que he sido capaz de hacer y construir desde que empecé hace 10 años.
Tomar acción es la base del progreso, de una marca duradera, de un proyecto rentable, de una persona auténtica y creíble. He sabido esto desde que trabajaba sirviendo desayunos en el Hotel Princess on Portland en Manchester. Desde entonces a día de hoy, respiro tanto cómo tomo acción, una habilidad núcleo demoledora. En cualquier área de mi vida, negocios o relaciones personales. No espero una reacción. Yo causo la reacción, eso me hace ir a la cabeza en la mayoría de las ocasiones. Aprendo antes porque fallo antes. La acción es más importante que el retorno.
Atribución imagen: LCBros.