Sí. Vale la pena.
Dime
¿Cuántas veces has pensado en dejar de luchar por crear una mejor vida?
¿Cuántas veces pensaste en que no tiene sentido hacer más de lo que haces porque no te va a llevar donde te gustaría llegar?
¿Cuántos sueños has tenido que abandonar?
¿Cuántas cosas que valían la pena has dejado marchar sin ni siquiera intentar perseguirlas con todas tus energías por un tiempo prolongado?
Incluso para algunos de vosotros… ¿Cuántas veces pensaste en acabar con tu vida?
La vida es insostenible, podría ser. No hay salida, o al menos eso parece. O es casi imposible lograrlo, o eso piensas.
Ya, lo sabemos, pero vale la pena.
Vale la pena resistir.
Apretar los dientes.
Deslizarte entre el riesgo.
Danzar con el desconcierto.
Abrazar la idea de que podrías morir cualquier día como hoy.
Merece la pena
Vale la pena creer en ti, en otros y en algo más grande que todos nosotros, en este mundo en el que vivimos.
Sí.
Vale la pena darte una oportunidad, y también a esas personas que choca contra todo lo que tú representas.
Merece la pena reunirte contigo mismo, entrenarte cada día contra la adversidad e intentar coordinar lo que está en la palma de tu mano.
Pienso que vale la pena sobresalir, ya ni siquiera de ti mismo, sino sobresalir dentro de ti.
Estoy convencido de que merece la pena intentar hasta morir, nunca darse por vencido mientras valga lo que estimes.
Vale la pena hacer el bien, no importa lo que cueste. Incluso ignorando la creencia de que un día el universo te recompensará.
Merece la pena rodearte de gente como tú, adelantarte a la sorpresa y a las expectativas.
Es fácil ser imparable cuando todo funciona, cuando no hay recibos que pagar, cuando tienes un gran jornal todos los meses, cuando la gente te apoya, cuando el doctor te dice que estás «limpio» o cuando todo el mundo te aplaude.
Sin embargo, la persona imparable no se mide por ninguno de esos momentos, sino por cómo se enfrenta a la crispación, a la desesperación, a la parálisis, a la perturbación, a su peor versión y al más profundo de sus miedos.
Vale la pena continuar, créeme.
Atribución imagen: hehaden.