Hay una gran diferencia entre perseguir la excelencia y perseguir la perfección. La primera es alcanzable, gratificante, y sana. La segunda es inalcanzable, frustrante y neurótica. Y también una pérdida de tiempo terrible. El antídoto: el gran poder de la acción imperfecta.
El progreso imperfecto plasmado es mejor que la perfección imaginada. Un trabajo artístico perfectamente imaginado es inútil a menos que salga fuera de tu cabeza. Y con eso me refiero a que no sea perfecto, solo que vea La Luz. Ese es el precio que pagarás por hacer que las cosas sucedan.
Una novela perfectamente esquematizada es ilegible hasta que se transforma en palabras, diálogos, conflictos y caracteres. Algunas palabras fallarán. Debemos sacrificar nuestros ideales de perfección para trabajar en la realidad. El precio de la acción es el dolor de la imperfección, nuestra propia imperfección.
Nuestro mundo no es perfecto. Nuestro trabajo tampoco lo será.
¿La solución? (No te va a gustar)…
Hazlo. Sea lo que sea. Acción imperfecta
Deja de quejarte. Deja de dudar. Y deja de prepararte.
Solo hazlo. A veces la publicidad no engaña. Nike tiene razón. Así como Yoda.
Utiliza esos 5 minutos y ponlos en acción, te sorprenderás cuánto puedes conseguir. Una acción imperfecta, bella, defectuosa que acabará en valor imperfecto, bello y defectuoso.
No pienses demasiado. No te enfoques en las metas de la perfección; en lugar de eso, solo céntrate en el trabajo que puedes hacer hoy. Aquí estoy, a las 00:20h escribiendo, acción.
No somos nada buenos evaluando nuestras competencias. Esa es la parte de la razón por la cual tomar acción causa temor: ¿qué pasaría si no pudiéramos cumplir nuestras propias expectativas?
Pues no podemos, en la mayor parte del tiempo, casi nunca. Eso nos sacude con fuerza. “Si no puedo evaluar mi propia habilidad en mi área de conocimiento, ¿qué es lo que sé de mí mismo?”
Acción imperfecta. Nada más.
Continúa hacia delante
La tracción delantera es progreso. Soy de los que viven (y creen) que no puedes ir hacia detrás, incluso aunque lo intentes. No puedes desaprender la experiencia. No puedes evitar que tu mente percole, cambie, analice o conecte.
Incluso un movimiento para atrás es un movimiento hacia delante. Es todavía movimiento. – Que “idas de olla” me pego.
La única cosa que hay que tener en cuenta es la tentación de detenerse. Podrías no retroceder, pero te quedarás estancado, y eso es morir en vida.
Monitoriza lo que haces
Si tienes un diario, intenta anotar éxitos y fracasos en cada uno de tus días. Puedes hacerlo con cientos de cosas, créeme, yo lo hago con al menos 32 parámetros, y a diario. Porque lo que más me importa es que me estoy moviendo, y maldita sea si me estoy moviendo. La perspectiva importa querido/a. El fracaso enseña. El éxito hace que sigas.
Hay cosas que simplemente no merecen la pena. Déjalas marchar, personas incluidas.
Tu tarea: huye de la perfección
Mantener la marcha. Seguir. Continuar escribiendo, tomando fotos, cantando, pintando, diseñando, construyendo, presentando, asesorando o lo que sea lo que necesites hacer.
Sigue llevando a cabo una pequeña imperfecta acción detrás de otra.
No esperes hasta que estés listo (nunca lo estarás).
No esperes hasta que sea perfecto (tampoco sucederá).
Es cierto, no esperes en absoluto.
Acción imperfecta por favor.
Atribución imagen: luaanto.