La revolución que vivimos se produce fundamentalmente por 4 factores. El choque de tres nuevas fuerzas económicas: la economía de compartir, economía de la atención y economía de la conexión, con la disrupción del sistema.
Economía de Compartir
Todo empieza desde la economía de compartir, cambiando la manera en la que funciona este mundo conectado y cada vez más humano – digitalmente hablando.
La regla es fácil, cuanto más compartes, más impactas, cambias, aportas y más tienes.
Economía de la Atención
La atención es la moneda de nuestra sociedad, es uno de los recursos más escasos y preciados que poseemos. Es un bien que genera negocio. Es la lucha diaria de los medios de comunicación, profesionales del marketing, de Internet y de cualquiera de nosotros.
Trabajar por ganar el permiso, el permiso a contar una historia que conecte.
Economía de la Conexión
Pienso que deberíamos poner más atención en conocer cómo funcionamos alrededor de esta economía humano-digital habilitada por la conexión y la democratización de la información, por lo tanto el poder. El mundo en el que vivimos necesita que equipemos cada vez a más y más gente con habilidades y conocimientos para sobrevivir en él, eso se alcanza principalmente conectando.
En la economía de la conexión, hay una división entre dos proyectos: aquellos que crean conexiones y aquellos que no.
Internet es una máquina de conexiones. Cada proyecto popular en la Web: Twitter, Facebook, Linkedin, Ebay, Amazon, etc… existen para crear conexiones entre humanos, que antes cuando la Web no existía eran difíciles o imposibles de alcanzar.
Cuando nos hablas sobre tu empresa, proyecto o iniciativa, dinos primero como va a ayudarnos a conectar. El resto funcionará por si mismo.
Si no hay interacción, no hay relación y si no hay relación no hay conexión y sin conexión no hay cambio, y si no hay cambio, no hay nada. Por lo tanto, sin compartir no existe conexión, sin conexión olvídate de la atención y sin la atención no hay transacción.
Disrupción Significa Nuevos Inputs
La disrupción del sistema y la aceptación del caos como otro estándar activo ha incrementado la posibilidad de crear revoluciones. En la era de la atención, conectividad y compartir, la Web social no va a salvar tu negocio. Lo que está llegando se siente más como marketing, es más improvisado, está basado en la innovación e inspiración e implica conexiones entre personas, y menos como un trabajo usual en el cual debes de hacer lo que hiciste ayer, pero más rápido y más barato.
La Web social empezó una revolución en como la gente conecta, comparte y gana atención, además de aprender y comunicar, estos efectos ya no se pueden deshacer.
En este entorno humano-digital, estas tres nuevas fuerzas económicas ayudan a alterar, interrumpir y romper el equilibrio de las funciones de un sistema industrializado basado en valores, capacidades y conocimientos que ya hace tiempo dejaron de ser útiles.
Photo credit: paar joyería mexicana.