El trabajo que ahora mismo estás, o deberías, estar haciendo. El esfuerzo que preferiría no hacer. La tarea que no te gusta. El objetivo que cuesta de alcanzar. Las horas extra en el restaurante. Los tres trabajos seguidos que suman más de 16 horas al día. Todas esas horas consumidas para otros que podrían haber sido invertidas en ti. La frustración de aguantar a un superior incoherente y cruel. El estrés de ser cargado con más responsabilidades de las que te tocaban. Sacar el proyecto adelante tú solo en lugar de todo el departamento. Eso y todo lo que me dejo se llama gasolina para tus sueños.

Lo que usualmente rechazamos, no nos gusta, evitamos o nos machaca, es lo que nos da una oportunidad para un día lograr nuestro propósito.

¿Tienes un sueño? ¿Quieres lanzar un proyecto personal? ¿Quieres montar tu propio negocio? ¿Cuál es ese objetivo que persigues pero nunca acabas de llevar a cabo debido a que no tienes los fondos suficientes o las horas que te ocupa tu trabajo? La gasolina para tus sueños es la respuesta, y es aprovechar todo lo que estás haciendo en este momento para llegar al escenario que hay en tu corazón. Nada es un desperdicio si primero prestas la suficiente atención para identificarlo antes de etiquetarlo. Segundo, si sabes verlo como una oportunidad, y tercero, si sabes proyectarlo.

Requerimientos

El trabajo de oficina, el trabajo en una fábrica textil, el trabajo haciendo perchas, el trabajo de aprendiz denigrado, el de becario, cualquiera, es gasolina para tus sueños. Sea cual sea el trabajo, necesitas:

• Un trabajo, o una ocupación, o tiempo.
• Ingresos suficientes para subsistir.
• Al menos entre 2 y 4 horas libres todos los días. Todos, es todos. Hasta una hora funcionaría.
• Enfoque radical por tu parte.
• Autodisciplina.
• Una libreta que puedas llevar contigo (o Evernote o similares…)

Con esto puedes empezar.

La gasolina para tus sueños está disponible para ti

Es todo lo que haces, si así decides interpretarlo.

¿Qué habilidades puedes extraer de tu día que te acerquen a ese sueño? ¿Qué hábitos puedes poner en práctica cada día para acercarte más a ese objetivo? ¿Cuáles son todos los pasos que puedes dar en esas horas libres que destinarás cada día en avanzar en tu meta? ¿Cómo vas a necesitar menos dinero para subsistir y emplear el sobrante en impulsar tu sueño? ¿Qué otros trabajos podrías encontrar para seguir potenciando tu sueño de forma financiera y con talento, conexiones o recursos? ¿Qué ideas y acciones puedes extraer y anotar a diario para llegar antes a conseguir ese sueño?

Todo empieza por empezar, y si lo haces cada día, un día lo lograrás.

Llevo 10 años utilizando todo lo que no me gusta, rechazo, me cuesta, no entiendo, me da miedo o huyo, como medio para lograr todo lo que me he propuesto. Nunca apuntando al macro, sino al micro.

¿Eres capaz de identificar la gasolina para tus sueños y usarla para impulsarte donde más quieres ir?

Atribución imagen: David Blackwell.