¿Recuerdas cómo hacías tu trabajo antes? ¿Qué ha cambiado respecto a cómo lo haces ahora? ¿Qué herramientas, plataformas o APPs ayudan a generar ingresos a tu negocio y hacerte la vida más fácil? ¿Cuántas otras tantas no marcan la diferencia y suponen una distracción directa respecto al resultado que produces? Hay algo que es más que evidente, cada día hay más herramientas que nos recomiendan usar. Más tecnológicas, más automatizables y más eficientes. Lo que no veo tan claro es cómo de eficiente y positivo llegar a ser el resultado para nuestro negocio, trabajo o vida. Más herramientas, más nuevas y mejores no necesariamente significa victoria. Ignorar las tendencias es la tendencia más cierta que conozco.
Tendemos a utilizar la tecnología (herramientas, widgets, plataformas sociales…) para hacer menos. Intentamos ganar tiempo y dinero al mismo tiempo. Sin embargo, al final acabamos desbordados y perdidos. Además de despersonalizando y mediocrizando lo que hacemos.
Un ejemplo muy simple llevado al marketing de servicios en este caso: presión en el coste y la velocidad significan que cuando hayamos terminado contigo, no serás despedido de manera humana. No, no habrá un detalle personal que permitirá expresar cómo te ha sentido.
¿Por qué no usar las herramientas que necesitamos para dar más en lugar de menos?
Puedes utilizar cualquier plataforma de vídeo para describir a un cliente los problemas que has encontrado en su coche, al mismo tiempo que lo estás revisando. Luego puedes enviar un enlace de Youtube privado a ese cliente. Vía email antes de venir a recogerlo, con un mensaje humano, cálido y personal.
Ignorar las tendencias
Incluso utilizar las herramientas que no son tan «sexis» como el propio email, Skype, Evernote, Google Drive, Garage Band, iMove, Facebook, Instagram o Keynote para rentabilizar más tu negocio. Mucho más que utilizando cualquier «cosa» flamante que acabe de aparecer como la siguiente gran «cosa». Yo llevo años haciéndolo, el rendimiento versus coste de adopción en mi caso es casi marginal. Los resultados, cada vez mayores. ¿Casualidad?
Las modas no marcan el compás de tu negocio. Lo que la tendencia dice, casi nunca está alineado con lo que tu empresa necesita para crecer. Ignorar las tendencias es la alternativa, si te atreves.
La inercia es una de las razones por las que no abrazamos lo que funciona, sino lo nuevo. Aunque, algo me dice que la razón real es el miedo, el miedo de quedarse atrás y dejar de ser útil o estar a la última. Estamos usando la tecnología (herramientas y lo otro…) para aislarnos de las verdaderas oportunidades: vivir cada día, nuestros clientes, nuestra família, euros en el banco y ganar tiempo que invertir donde queramos.
Artwork: Charlie Abad Estudio.
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Excelente!