Cómo enjaular al Monkey Mind para vivir más enfocado – Experimento 40 días eliminando toda distracción

Este es el informe completo después de estar tratando de vivir con cero distracciones durante 40 días. El objetivo era anular el Monkey Mind el máximo posible dentro de unos márgenes lógicos. Cómo enjaular al Monkey Mind mejor reduciendo distracciones, interrupciones, pequeñas trampas y ladrones de tiempo. Y aumentando el enfoque, la ultraproductividad y el estado de flow.

Aquí explico detalladamente los 40 días intentando vivir sin distracciones, intentando enjaular al Monkey Mind a través de unos sistemas de ultraproductividad diseñados especialmente para la misión.

Reflexiones e impresiones

Además de las sensaciones diarias escritas, también hice un seguimiento más resumido y reflexivo en el vídeo que aquí encontrarás: El diferenciar vídeo de texto, ayuda a profundizar todavía más.

Enjaular al Monkey Mind

Índice de secciones

  1. Formulación y contexto.
  2. Cuadro de mando.
  3. Detalle día a día.
  4. Impresiones.
  5. Hipótesis.
  6. Aprendizaje validado.
  7. Consideraciones y limitaciones.
  8. Conclusión.

1. Contexto del experimento

Este experimento ocurre después de comprobar y reconocer que estaba siendo dominado por el Monkey Mind. Además, tiene la finalidad de probar hasta qué nivel se pueden reducir las distracciones e interrupciones que sufrimos en nuestro día a día. Inicié este test por la curiosidad y necesidad de estar más enfocado, más presente y más consciente en cada día.

El contexto viene dado por la ultraproductividad, pero también por todos esos momentos donde desconectamos del momento, ya sea haciendo otra cosa, procrastinando o distrayéndonos. La clave era crear una serie de prácticas que ayudarán a evitar caer tanto en el mundo ruidoso en el que vivimos, y comprobar qué es lo que sucedía al hacerlo. Va sobre no caer en las distracciones de las distracciones.

2. Cuadro de mandos

De nuevo, como en cada experimento que realizo, he diseñado un cuadro de mando que me ayuda a monitorizar el desarrollo del experimento Monkey Mind. Son parámetros cualitativos por un lado y cuantitativos por otro.

Aquí los indicadores:

  • Distracciones: cantidad, tipo y hora.
  • Interrupciones: cantidad, tipo y hora.
  • Pequeñas trampas: cantidad, tipo y hora.
  • Ladrones de tiempo: cantidad, tipo y hora.
  • Monkey Mind: si apareció o no.
  • % Productividad: número de tareas por el tiempo en completarlas entre las horas trabajadas.
  • Enfoque: tiempo estimado en completar los «cuatro triunfos» entre número de logros realizados al día
  • Ultraproductividad: número de tareas por tiempo consumido entre tiempo libre disponible
  • Respeto del sistema y motivos: cuantas veces no seguí el sistema diseñado y el por qué.
  • Sensaciones: cómo me sentí.
  • Anomalías: cualquier cosa que se salga de lo normal.
  • Excepciones: cada momento que quebranté el sistema a propósito.
  • Observaciones: cualquier cosa a añadir.

* Los días en blanco corresponden a aquellos que no pude registrar con datos.

En el cuadro de mando accederás a toda esta información.

Detalle día a día

Estas son las notas que fui tomando a diario con las sensaciones del día. Son observaciones tomadas siempre al final del día:

Día 1 – 18/04/19

En este primer día he logrado terminar como 4 horas antes de lo habitual. He completado todas y cada una de las tareas del día, algo que no realizaba desde hace tiempo. No he sentido necesidad de conexión. Y he permanecido disciplinado a todos los parámetros.

He caído en responder dos llamadas que sabía que tenían que llegar pero no había programado en el día. Me he pillado a mí mismo respondiendo un comentario en Youtube, cosa que no debía hacer. Y he entrado sin darme cuenta a punto de responder el correo sobre las 10:50am, lo he detectado a tiempo y he salido del correo sin leer ni responder.

He entrado en Facebook cuando iba a publicar y he acabado leyendo un post en el muro de inicio que luego me ha dejado pensando y con cierto malestar por ello y por la comparativa que he sentido. Por otro lado, he respetado el resto de parámetros. Finalmente, he sentido rareza en cuando a la desconexión, era más vacía, más solitaria.

Día 2 – 19/04/19

Segundo día bien llevado por la mañana a pesar de tener imprevistos la noche interior y no poder acceder al lugar donde estaba hospedado. Noto el tener muy presente cada uno de los hacks del sistema para no despistarme e incumplirlos. Por el feedback de Valentino tengo más energía y transmito más intensidad. He caído en una pequeña trampa justo al entrar a publicar en Facebook, ha aparecido en el muro de inicio una publicación que inconscientemente he dado al “like” y entonces me he dado cuenta de ello cuando ya era tarde. He sucumbido y he sido consciente de ello caso simultáneamente.

Luego he caído en una gran distracción que ha evitado que estuviera en el momento, ha sido intentar llevar una llamada de teléfono para una reunión sobre un proyecto con unos amigos, al mismo tiempo que intentaba entrar a un centro comercial y comprar unas entradas para Avengers Endgame, como era de esperar no he estado ni en un sitio ni el otro. Por lo demás, he evitado el resto de cosas en las que solía estar distraído más a menudo, he acabado con tres horas de sobra el trabajo de siempre, he alcanzado un 75% de ultraproductividad, un 80% de enfoque y un 89% de productividad usual. Sigo con sensaciones raras por no estar pendiente de comprobar cosas como el email, hoy lo he comprobado tres veces en lugar de dos.

Día 3 – 20/04/19

Tercer día disfrutando con las personas de mi alrededor estando más presente, aprovechando más le momento y estando mucho meno distraído. Con excepciones mínimas producidas por cosas que necesitaba hacer profesionalmente, una a la vez. Y con dos deslices, uno al dar un “like” en un comentario en LinkedIn al entrar para publicar. Y otro al comprobar el correo una tercera vez desde el smartphone. Así como una segunda y tercera vez en iMessage, la segunda por un buen motivo pero no la tercera. He notado mayor conexión con Carlos y Valentino en este caso que eran las personas con las que estaba.

Día 4 – 21/04/19

Un día mucho más pausado, cero comprobaciones en redes, email, pero sí iMessage, Telegram. Así como darme cuenta de que entraba en conflicto con subir una publicación y prestar atención compañeros que estaban en el coche conmigo. Supongo que he perdido porque lo que importaba eran las personas, no la publicación. El resto he estado bastante concentrado y enfocado, el Monkey Mind no ha aparecido mucho en el día de hoy.

Día 5 – 22/04/19

Día en el que compruebo que la mejor forma para no preocuparte por algo es no prestando atención alguna, ignorándolo por completo. Eso quiere decir no estando encima de ello.

Al empezar el día, no sabía de mi hermano desde hace días, pensé en él y miré los mensajes de FB, vi un mensaje suyo pero no quise entrar, y lo tuve en la mente todo el tiempo hasta que finalmente tuve que entrar y leerlo.

Lo mismo sucedió con mensajes que tenía que entregar para el evento del viernes, que tenía que ser vía Facebook, y otros mensajes que tenía que entregar para las speakers series, unos por telegram, iMessage Facebook, podría haber esperado al día siguiente, pero tenía que entregarlos cuanto antes o al menos, así me hizo sentir mi Monkey Mind. Mismo sucedió con comprobar email e iMessage, más de lo habitual, pero una de ellas lo hice mientras andaba en la bicicleta estática, que a pesar de no se distracción, porque estaba aprovechando, me desviaba des estar enfocado en la bicicleta y el ciclismo.

Día 6 – 23/04/19

Distracciones antes de dormir con tareas que no están programadas para hoy. También he sido ultraproductivo encima de la bicicleta de ciclismo indoor, donde he avanzado emails, tareas críticas e importantes y llamadas de teléfono y reuniones. Eso evita que pueda distraerme, aunque estar montado en ella y pedaleando debería ser en aquello que podría estar centrado, sin embargo no lo podría hacer durante más de dos horas como he estado.

He realizado todas las sesiones de quietud y meditación excepto la última antes de dormir porque llegué cansado y con ganas de acostarme. El uso de las distracciones ha decrecido considerablemente desde que fijo cero atención en redes sociales, social messaging (iMessage/telegram), he reducido las llamadas, y compruebo/respondo dos veces al día el correo electrónico. Eso me permite enfocarme mejor en el trabajo, subiendo los niveles de productividad y enfoque, y mucho más en la vida real, subiendo los niveles de ultraproductividad a porcentajes del 75-85% (obteniendo así mucho más tiempo libre de calidad para mí, amigos, ocio, descanso, meditación)

Día 7 – 24/04/19

Día intenso con cero distracciones, no he sucumbido ni una vez, he adelantado el trabajo de dos días normales. Enfoque máximo, estado de flow latente, al menos durante un buen rato (he estado tan inmerso que he perdido la noción del tiempo). He estado a punto de estar distraído en tres ocasiones pero he reculado a tiempo, una con Facebook y dos veces a punto de responder email que no tocaban. Además, he declinado cuatro llamadas que entraban en un momento de interrupción. He dedicado todo el día a la actividad profesional, coincide de nuevo este estado de enfoque con el primero de los días de ayuno que hago todas las semanas. Y he sentido ligereza y mucha claridad mental.

Día 8 – 25/04/19

Día con distracciones a raya. Me doy cuenta de que utilizar algunos medios para comunicar es casi esencial, ya que no tengo whatsapp, entonces los mensajes de Facebook son esenciales. También me doy cuenta de que no se trata de ni usar las herramientas, sino evitar cualquier distracción en ellas, algo fácil, es decir, uso consciente. Lo complejo es estar despierto, enfocado y concienzudo para no dejarte distraer o acabar en otro sitio por el Monkey Mind. He rechazado todas las llamadas, he respondido una vez a mensajes, aunque he mirado en varias ocasiones.

Día 9 – 26/04/19

Día de programa formativo, con Stand OUT Day en Langa (Sudáfrica), donde como parte del trabajo y del objetivo, he publicado más historias en Instagram de las que tenía planificadas en el sistema de trabajo. Principalmente por la visibilidad que se podría dar al programa, sin prestar atención a nada más, así como en Facebook. He fallado al no estar pendiente de los alumnos, el feedback y la clase en tres ocasiones. Estando adelantando tareas con el portátil y no estando fijado y enfocado en la interacción con los alumnos. He sucumbido al Monkey Mind cuando realizaba el diario nocturno de la sabiduría. Además, he entrado una sola vez a la bandeja de email. He estado hablando con mi amigo Valentino mientras estaba en el teléfono o portátil, por lo que no he cumplido el propósito de dejar una cosa para hacer otra.

Día en el que he empezado chequeando el iMessage, no al principio, obviamente, sino después de la gran mañana, pero antes de hacer deporte, y escribir el artículo. Una sola vez el email, telegram, cero las redes, aunque he estado tentado a comprobar los posts de Facebook. He tomado dos momentos para compartir publicaciones en IG sobre Bridges for Music y el evento de meditación con sonido que hemos realizado, y en Facebook para subir las imágenes.

Por otro lado, he estado presente con mis amigos, no he estado tan atento al teléfono, pero sí he estado encima de poder obtener wifi para subir las fotos, una forma de distracción y pequeña trampa, seguro. He cuestionado, preguntado y fluido en el momento, he sacado partido por dos al día. Hoy he sucumbido a comprobar algunas de mis ubicaciones de Facebook, justo al final del día, antes de ir a la cama, y lo peor es que no sé porqué acabé mirándola. Aunque me he dado cuenta de ello, y sin castigarme voy a prestar una atención especial y gran cuidado para que no vuelva a suceder.

Día 11 – 28/04/19

Día centrado en todo el trabajo que he tenido que hacer, personal y profesional, me doy cuenta de que seguir el sistema es realmente potente, porque te permite estar de forma implacable en el presente, evitando cualquier tipo de distracción, interrupción, ladrones del tiempo o pequeñas trampas, los cuatro grupos identificados como amenazas. Dentro de esto, me he dado cuenta de que cuando estaba centrado en mi trabajo y otros estaban contando historias divertidas e interesantes en el mismo espacio, es complejo no acabar distraído por ello, lo cual también es una distracción pero desde analógico a digital, a la inversa que de costumbre. He estado pendiente del iMessage porque estoy en víspera del Afrika Burn y estoy asistieron bastantes amigos que vienen desde otros países, así que era necesario. La gran conclusiones lo aislado del mundo que vives cuando no das importancia/atención a las redes sociales.

Afrika burn (descanso)

El experimento se detuvo por una desconexión/descanso que duró nueve días.

Día 12 – 09/05/19

Día de conexión después de los diez días desconectado, siete de Afrika Burn y tres de integración. Ha sido un día tranquilo, buscando momentos de paz, silencio, meditación y quietud. Día donde el teléfono no ha reinado, ni el ordenador, he hecho lo que tenía que hacer, podcasts, artículos, publicaciones, aunque te llevan tiempo pero es parte del trabajo. He grabado el vídeo resumen después de los diez primeros días.

El Monkey Mind está más calmado que de costumbre, me doy cuenta que al estar solo, viajando por la Garden Route aquí en Sudáfrica, los riesgos a pequeñas trampas, interrupciones o distracciones son menos porque hay menos interacciones de por medio. Si bien, reconozco la necesidad de estar más conectado a mi gente y lo hago consciente, por supuesto vía digital. Lo que en ocasiones he dejado de hacer algo para hacer otra cosa, lo cual supondría una pequeña trampa/Monkey Mind.

El experimento me está sirviendo para andar más despierto y enfocado en cuanto a estas desviaciones productivas se refiere.He grabado el vídeo resumen después de los diez primeros días. El Monkey Mind está más calmado que de costumbre, me doy cuenta que al estar solo, viajando por la Garden Route aquí en Sudáfrica, los riesgos a pequeñas trampas, interrupciones o distracciones son menos porque hay menos interacciones de por medio. Si bien, reconozco la necesidad de estar más conectado a mi gente y lo hago consciente, por supuesto vía digital. Lo que en ocasiones he dejado de hacer algo para hacer otra cosa, lo cual supondría una pequeña trampa/Monkey Mind. El experimento me está sirviendo para andar más despierto y enfocado en cuanto a estas desviaciones productivas se refiere.

También he decidido que haré entre cuarenta y cincuenta días en lugar de noventa para poder dar lugar a otros experimentos. Además, debo admitir que no es un experimento nada cómodo de llevar, conlleva, creo, demasiados sacrificios, veremos al final del mismo.

Día 13 – 10/05/19

Un nuevo día en solitario, es mucho más fácil sin duda llevar este experimento. Me he visto a mí mismo cerrando tres veces Facebook sin ver nada, aunque siendo impulsado a ello. Me he pillado a mí mismo al menos todas las veces que he entrado a Instagram, saltando rápidamente a las historias para no ver ni siquiera las notificaciones.

En cuanto al email y plataformas de redes, mensajería social, la he usado con excepciones para tareas que involucran tareas con amigos y tareas con profesionales, no estoy dispuesto a dejarlas pasar sin son importantes y lo son. Así como cualquiera que pueda quitar el foco en lo que estoy haciendo, claro. He estado especialmente atento a no estar saltando de tarea en tarea y en prestar atención y detalle a cada acción que estaba haciendo en el momento para no estar en otro sitio, no permitir que el “money Mind” tomara el control.

Día 14 – 11/05/19

El día ha sido complicado, primero al ser sábado, luego al recibir mucho feedback de la publicación que hice compartiendo el sistema digital de Ultraproductividad para el experimento. Mientras viajaba aproveché para enviar muchos iMessage a mis tíos, mi madre, Oscar, Roberto. Incluso para hacer unas llamadas, por ejemplo  Josef que hacía como un mes que no hablábamos.

Luego en cuanto a redes sociales y otras plataformas no comprobé absolutamente nada hasta la noche, hice mi trabajo de forma impecable, sin distracciones. Y durante el viaje, más del 90% estuve prestando atención a todo lo que iba encontrando en el camino, disfrutando de viajar y de conducir. Con buena música (la misma playlist de esta semana – IG Rock y cantando sin parar), ha sido complicado porque varias ideas han rondado mi mente. La primera la de no usar el smartphone durante todo el día, hasta llegar a las 19h-20h y usarlo una hora. Un consejo de Nelly por Instagram, aunque no creo que sea eficiente.

He estado pensando mucho sobre esto durante el día de hoy, enjaular al Monkey Mind no significa desconectar o aislarse, sino vivir consciente de las elecciones y decisiones que tomas, qué efecto causan, cómo reaccionas y lo despierto/atento y enfocado que puedes permanecer a lo que de verdad importa. Por eso no creo que esta técnica funcione, así como otras, pero el feedback ha ayudado a llegar a esta reflexión.

Al final de la noche acabé haciendo una lectura al feed de Facebook porque quería saber qué había estado haciendo la gente que conozco, pasé como unos 30 minutos. Me di cuenta de que sucumbí, porque sí quiero saber que hace la gente que conozco, confecciono una lista de mis prioridades y les contacto personalmente, no abro Facebook para ver que encuentro, es como la ruleta de la fortuna.

Día 15 – 12/05/19

A pesar de que el día de hoy estaba destinado a las distracciones, ya que el día de hoy era el día donde cada dos semanas, domingo, compruebo las redes sociales, blog, canal de vídeo, etc. para leer y responder comentarios y tomar acciones a partir de ahí. Ha sido un día de lo más completo, ligero y disfrutado, desde el viaje en coche a la reserva de elefantes de Addo, hasta Puerto Elizabeth. Luego aprovechando 1:20h en bicicleta estática para acabar la ronda de comprobaciones. Me he visto a mí mismo disfrutando de los pequeños detalles del paisaje, de conducir, de escuchar música, cantar, estar tranquilo en el Safari, dejarme llevar y cerrar los ojos.

Si es cierto que no es fácil entrar todos los días en estado de flow, como eliminar todas las interrupciones, si sabes verlo y no reaccionar de inmediato. Por otro lado es importante mencionar que hacer algo y acabar haciendo otra cosa es más grave de lo que pensamos. En este caso logro ver mucho cuando sucede, eso, en esta etapa es para mí más que suficiente.

La pequeña trampa de hoy fue verme subiendo una foto al instante de tomarla, algo que en el sistema estaba como no admitido. Incluso llegué a des publicarlas para ser más real y consecuente con mis acciones. En excepciones estuvieron las llamadas y mensajes a gente que me nacía, gente que quiero.

Día 16 – 13/05/19

Anotación importante: los días de viaje es mucho más complicado estar enfocado y mantener a raya el experimento de cero distracciones. Es más fácil que nunca acabar interrumpido, distraído y dominado por el Monkey Mind. Al final, si prestas atención, te darás cuenta, como acabo de hacer yo, que el trabajo crucial es hacer como esta bitácora de momentos de consciencia donde poder evaluar e identificar esas situaciones de flaqueza.

He comprobado el email cuatro veces y no dos. He comprobado iMessage cuatro veces y uno una. Además, he comprobado Telegram dos veces y no una. He comprobado Facebook, e Instagram. Y he saltado de tarea en tarea sin discriminación, Creo que el peor día de experimento.

Día 17 – 14/05/19

Hoy he llegado a Londres, he pasado por Barcelona y he acabado en mi casa en Valencia. Entre tanto he terminado el doble de tareas que un día usual, es cierto que era día de descanso deporte y día de ayuno, pero también es cierto que he estado todo el tiempo en movimiento. He comprobado más veces el correo de lo que debía, como cuatro o cinco, seis veces el social messaging, tres veces el messenger de Facebook para comunicarme con mi hermano y un nuevo proyecto con Valentino.

No he reaccionado a las tres llamadas que han entrado cuando he aterrizado en España. He estado en contacto con los momentos que antes pasaba sin prestar atención alguna, esto me ha ayudado a encontrar en ocasiones en estado de flow.

Hoy, a pesar de que ha sido junto a ayer, uno de los días de más distracciones, he estado más enfocado y mucho más ultraproductivo. He tenido tiempo incluso de llegar a casa, ordenarla, deshacer maletas, poner lavadoras, dejar todo en estado zen y sentarme a escribir antes del baño relajante, a las 21:30h.

El Monkey Mind hoy ha sido duro y me ha dominado hasta que me he dado cuenta (ahora mismo) debido a un problema de desconfianza, juicios de valor y creencias limitantes con otra persona, esto ha hecho que entrara en una espiral sin final. Distrayéndome de lo que estaba haciendo por al menos tres horas. Finalmente he reaccionado, cuando veía que llevaba mucho tiempo e iba en peor en lugar de mejor.

Día 18 – 15/05/19

Confirmado, estar en un lugar, o aunque sea moverse de una ciudad a otra, conduciendo, o algo que tú mismo realizas, no volar. Eso hace que las posibilidades de enjaular al Monkey Mind sean mayores. Hoy como añadidos, día dos y medios de ayuno, estando en mi residencia en Valencia, después de más de un mes, haciendo deporte, trabajando, descansando, premiándome, y sin comer, claro.

Ha habido una pequeña trampa, cuando he empezado a hacer trabajo que no tocaba. He evitado la mayoría de distracciones, en esta ocasión solo comprobé una vez el email al día.

No han habido excepciones, ni otras distracciones, he mantenido la rigidez en social messaging, he seguido el sistema para las redes sociales, incluso en dos ocasiones, cuando entré, vi la posibilidad de quedar distraído y no solucioné.

El problema de las redes es que en el momento que entras, están diseñadas para ganar la atención con el “dulce” más apetecible. Como he hecho tanto hoy, el problema ha estado, en controlarme para no hacer más de la cuenta y no sumar tareas nuevas al día ni ante ponerlas a lo que quería hacer en el día. Aunque eso también lo quisiese hacer, iba a robar espacio mental y foco.

He acabado el día con un descubrimiento, el Inner Dance Breathwork, un método de respiraciones que ayudan a llegar a un trance consciente muy poderoso. El handicap es que son largas, entre una hora y hora y media, y si meditas como yo lo hago, por cuarenta minutos por la mañana, por la noche, haces ejercicios de quietud y demás, ya es demasiado para lo que es digerible. Aún así, he estado alrededor de 45 min que han sabido a gloria por las sensaciones y cómo me encuentro ahora, en estado de flow.

Día 19 – 16/05/19

El día empezó realmente bien, con el Monkey Mind enjaulado desde el primer momento. Sin embargo, todo se torció cuando realizamos un encuentro de trabajo/reunión para cerrar el diseño de lo que será el nuevo isragarcia.es, un encuentro que duró dos horas, dónde no pude evitar distraer con email (aunque fue la primera vez que lo comprobé en todo el día), iMessage (segunda vez), Telegram (segunda vez). Luego en la tarde me pillé in fraganti intentando publicar algo en Facebook, algo que no había planificado. También hice tres llamadas no planificadas. Durante la reunión hubo tres menos donde me preguntaron y no estuve atento y perdí el hilo por estar haciendo otra cosa.

A nivel personal, he tenido que lidiar con emociones que podrían haberme distraído todo el día, son pequeñas trampas que no ves, pero te consumen vivo por dentro. A pesar de ser casi el cuatro día de ayuno, he cumplido con el deporte, así como responsabilidades personales y profesionales. La sesión de feedback personal y profesional que he tenido con Eric me ha ayudado a detectar nuevos puntos de dolor en el experimento. Por lo demás, y sin ser demasiado duro y exigentes conmigo, creo que lo he llevado como debía llevarlo, es casi imposible vivir con cero distracciones, por mucho que lo intentes, sobre todo si estás en la dinámica de trabajo y una vida donde realizas interacciones, tanto dentro como fuera de Internet.

Experimento cero distracciones, cómo enjaular al Monkey Mind y vivir mejor y con más productividad...

Día 20 – 17/05/19

Día de cero distracciones, pequeñas trampas, interrupciones y ladrones de tiempo. Incluso en la entrevista de una hora con Yossi Hasson para el podcast. Enfocado y en el sitio. En estado de flow varia veces, con porcentajes de ultraproductividad bastante altos.

He podido estar más conectado a todos. Si bien sí he hecho tres o cuatro tareas que no me tocaban, así como cinco llamadas no planificadas, pero no sucumbiendo a ninguna reacción externa salvo la de conversar con mi hermano. Día ultraproductivo, hasta he llegado a Alcoy de Valencia al terminar la ópera, más de 3 horas de deporte, reuniones, entrevistas proyectos.

Día 21 – 18/05/19

La primera pequeña trampa la he vivido cuando he empezado a llamar a mis primos sin tenerlo planificado antes. He interrumpido un proceso de trabajo para hacerlo. A nivel personal hoy ha sido impecable, he conectado con mis amigos cuando estuve con ellos, cuando realicé el proyecto de llevar a amigos a comer a casa de mi abuela, durante casi tres horas. Después por la tarde con uno de mis mejores amigos hablando, en el coche conduciendo, luego cenando con mis padres y tíos.

He comprobado cuatro veces más de lo usual el correo electrónico, así como tres veces más Telegram y cuatro más iMessage y tres veces más el Facebook  messenger. He estado atento a cada interacción mantenida vía offline, ya que online hoy apenas han existido fuera de lo que ha sido trabajo.

Es sorprendente todo lo que se puede avanzar cuando apartas interrupciones, distracciones, pequeñas trampas y ladrones de tiempo.

Día 22 – 19/05/19

Primer domingo donde no tengo que comprobar redes, ya que antes era cada domingo. Y como el pasado, que hacía el número dos, dentro del nuevo sistema, no pude contestar a los comentarios de youtube, los he intercambiado por los mensajes de Instagram donde tenía oportunidades de trabajo para el tour que voy a realizar por Argentina y Uruguay en unas semanas.

Por otro lado, he sido mucho menos inflexible en la norma de comprobar el email, iMessage y Telegram. Sin embargo, en las conversaciones, interacciones y momentos en solitario, o haciendo otras cosas, he sido realmente drástico e inamovible. Lo cual me ayuda a ganar foco, desconectar, estar tranquilo y no estar zarandeado (mentalmente) de un lado a otro. Hoy he decidido no realizar gran mañana ni meditación, si deporte y algunas prácticas com “thought dumping”, journaling y el pequeño diario de la sabiduría de ayer. Me apetecía y lo merecía. He llegado a doblar el trabajo de mañana, pero he parado y he decidido disfrutar, me noto más presencial en cuanto a interactuar con otras personas y conmigo mismo.

Los espacios que creas con otras personas son más puros, más presentes, más poderosos y resonantes cuando no hay distracciones por en medio. Solo utilice el teléfono para una playlist, la misma de la semana, obvio. Al igual que por ejemplo la ropa, sigo el sistema de vestir la misma ropa durante toda la semana, algo que te quita otra “preocupación”.

Día 23 – 20/05/19

Día donde a veces conecto más con las distracciones, pero sé que cuando estoy frente a algo que importa gano más enteros que antes de comenzar el experimento. He trabajado durante todo el día desde primera hora, no puedo esconder que evitar no comprobar nada en todo el día me parece muy complejo, es fácil caer en una comprobación del email, iMessage, o Telegram en mi caso. Las redes sociales sí están más apartadas. Me enfoco 100% a las tareas, pero termino antes, y entonces los espacio son más propensos a llevarme hacia distracciones.

Lo que pienso cambiar ahora es los espacio vacíos llenarlos de lectura, escritura, música, baile, meditación o no hacer nada, o rodearme de amigos, familiares, ocio, e incluso entretenimiento cuando es el momento. Me he visto a mí mismo a punto de ir a enviar un email cuando estaba andando hacia el gimnasio. Así como he fallado al estar tentado en escribir el email cuando estaba en una jornada de trabajo.

Día 24 – 21/05/19

Día donde he olvidado más cosas de lo normal, sobre todo referente a llaves, teléfono, etc, cuando salía de casa. Día de descanso, ayuno y dormir mucho. Eso sí, cada tarea ha sido ejecutada con un enfoque que hacía tiempo que no tenía. Luego me he visto muy distraído por hacer llamadas, enviar mensajes o “aprovechar el tiempo” mientras estaba haciendo otras cosas.

En un momento dado he dejado de hacer otras cosas para estar donde era más importante estar, interactuando con otra persona.

Día 25 – 22/05/19

El experimento se vuelve más interesante por momentos, no porque consigues aquietar el Monkey Mind, sino porque al estar muy atento y alerta a todas sus artimañas. Reconoces todos esos momentos en los que acabas distraído, interrumpido, sin tiempo por haberlo perdido o evadido y entrampado en otras cosas que no debías hacer. Esto es algo de lo que vivo cada día, pero hoy especialmente, segundo día de ayuno y descanso deportivo, habiendo maximizado mi tiempo, tareas y responsabilidades profesionales. Habiendo ojeado el email en dos ocasiones, las permitidas solo, igual con las redes sociales y el social messaging, habiendo hecho las llamadas que necesitaba hacer y las que quería.

He terminado como a las 18:30h, y todavía me he pasado como casi una hora saltando de tareas no planificadas (y algunas irrelevantes) a otras de la misma índole. Hasta que me he dado cuenta, y había pasado un buen rato. Es como cuando he ido a publicar en Instagram, pero sabía que no lo quería hacer, y no lo he hecho. O cuando me he dado cuenta también, del tiempo que paso volviendo a la lista de tareas, cuando en realidad sé las que hay y toca hacer, es como una micro-procrastinación. Aún así, he fulminado los registros del experimento y estos últimos meses. Estado de flow, pico máximo de productividad, enfoque total para cada tarea y cuatro horas de ultraproductividad.

Día 26 – 23/05/19

Día fluído como el de actuar, con algunas trampas en las que he caído sin apenas darme cuenta en las redes sociales. Así como algo de procrastinación estructurada. No Monkey Mind y un estado de flow prolongado por dos horas, creo, cuando he conseguido estar sin distracciones e interrupciones. Al final, lo bueno o malo es que acabo haciendo más de lo que debía.

Día 27 – 24/05/19

Día de nuevo fluido, muy centrado en el trabajo, en el ocio, en disfrutar fuera y dentro del trabajo. En conversaciones y solo en conversaciones, he perdido en tres ocasiones el poder trabajar sin molestia porque no veía hacerlo de otra forma, era lo necesario para respetar el espacio, así como respeto el espacio cuando estoy con otras personas.

Como distracciones podría incluir el rato que he estado enviando emails mientras hacíamos una jornada de trabajo, bueno, en realidad es cuando estaban en la explicación que ya conocía yo, a la otra parte del equipo. Por eso, conscientemente, he decidido hacerlo. Como pequeñas trampas, el entretenerme hablando con los amigos de mi hermano y llegar tarde a una cita. El resto, con tiempo de sobra para todo, enfocado, con momentos de “flow” y con un Monkey Mind más calmado y enjaulado, creo.

Día 28 – 25/05/19

Un día súper enfocado, sin distracciones, madrugando a las 5am, aprovechando la mañana antes de viajar a las 10:30h para Ibiza. Luego el día ocupado con amigos, sin distracciones, sin interrupciones, estando presente y dedicando el tiempo a las personas, como ellas lo dedicaban a mí. Si es cierto que estoy subiendo mas historias que de costumbre, y en estos días hago más llamadas, pero lo hago con muchísima más consciencia. Y nunca interrumpiendo un momento humano. No subiendo fotos que justo acabo de hacer, solo haciendo una sola foto o vídeo, y pasando tiempo de más calidad con amigos. El social messaging y email utilizado como se debía.

Día 29 – 26/05/19

Día enfocado al ocio, descanso y fiesta, sin trabajar en absoluto. Sin utilizar el teléfono para llamadas, mensajes, etc. Día de barco, playa, sol, baile, risas, conversaciones con amigos y compartir mucho. Hoy he notado que esto especialmente presente, siendo más consciente y participativo desde el lado de escuchar cuando estoy con mis amigos. No hay mucho más que añadir que noto mejor calidad en las interacciones humanas. Es como un resultado que no esperaba del experimento. He saltado tras las rutinas, no he realizado momentos de desconexión o quietud.

Día 30 – 27/05/19

En este día he sucumbido por completo a todo, sobre todo a las redes sociales, al iMessage y a interactuar cuando no debía, aunque si lo miro por otro lado, ayer domingo era el día de atender las interacciones en social media, pero no lo hice, y no lo puedo tomar como una excusa.

Me doy cuenta del por qué, y es porque estoy agotado, con las defensas intelectuales y emocionales bajas (resaca), tirado en casa sin hacer nada, y no me apetece, leer, trabajar, hablar o hacer nada que no sea entretenido, y entonces lo más adictivo, entretenido y ocioso y sobre todo “social” es utilizar las redes.

No hay duda que este día he batido el récord de distracciones, pequeñas trampas y ladrones de tiempo. Aunque estuve solo haciendo eso. Porque cuando estuve comiendo con los amigos, en la piscina o luego en la noche tirado en el sofá, estuve presente con ellos, enfocado en las conversaciones y en la creación de momentos especiales. No hubo rutinas ni momentos de enfoque.

Día 31 – 28/05/19

Ha seguido la tónica de ayer, se supone que debía haber desconectado, pero no ha sido tan productivo, he quedado muy distraído por los mensajes y actualizaciones en redes sociales, también he estado muy pendiente al email, apenas he producido trabajo, no he estado nada enfocado, muy distraído, diluido y poco atento. Quizá ha sido el día más desastroso del experimento, pero ha servido para comprobar los efectos de la fiesta y alcohol y horas y horas sin dormir en la lucha contra las distracciones y enjaular al Monkey Mind. Algo que ha sido poco viable en esta ocasión. Todo lo contrario, era como no tener energías para poder enjaularlo y entonces dejarlo más suelto que nunca.

Ha sido muy difícil para mí seguir rutinas, hacer el trabajo que se supone que debía hacer y cumplir con los objetivos principales. No obstante en la conferencia que he realizado para AFE Fútbol, me he visto concentrado y atento, no divagando y entrando en estado de flow por más de 15 minutos (cronometrado).

Día 32 – 29/05/19

He empezado a encauzar estos días a medida que me sentía más recuperado. Sin embargo, solo levantarme de la cama ya me ha costado, habiendo dormido casi doce horas. He estado distraído con la más mínima cosa. No he podido trabajar tan bien com querría, pero he mejorado respecto al día anterior, las redes sociales en esta ocasión solo me han pillado comprobándolas, no contestando, es como empezar a ganar enfoque y atención, pero haber perdido mucha de la que ya había cosechado. Los efectos negativos de la juerga (cero remordimientos).

El vuelo de Madrid a Buenos Aires fue aprovechado todo lo que pude. En el aeropuerto estuve en el aeropuerto y no perdido con las redes sociales o social messaging o “tiempo libre” (pequeñas trampas) como solía pasar.

Día 33 – 30/05/19

Ya en Buenos Aires, a pesar de casi no haber descansado en el vuelo, y llegar a las 7:30 am a la ciudad, he seguido el sistema de ultraproductividad para el experimento casi al 90%, excepto comunicarme con personas de Argentina para los eventos y turismo por la ciudad. También he bajado los brazos en cuanto a flirtear se refiere, porque surgió y me apetecía. El trabajo fue hecho y los índices de productividad, enfoque y ultraproductividad empezaron a ser lo que eran antes de desmadrarme.

Siento que es más fácil no distraerme y perder el tiempo, y que, pero todavía más importante, si lo hago, soy muy consciente de ello casi en el momento que lo hago, esta “habilidad» mejor día a día. Creo que sería lo más destacado del experimento de momento.

Admitir que el adelantar una hora el reloj (en el smartphone), trabajar con la hora de España (en el PC) me da bastantes ventajas porque engaña a mi mente.

Día 34 – 31/05/19

Me he pillado en tres ocasiones yendo a hacer algo que no debía hacer para no distraerme, y justo cuando he ido, he dejado de hacerlo. Aunque la pérdida de enfoque ya ha sucedido, es genial darte cuenta y remediarlo de inmediato. He sido interrumpido en dos ocasiones por dos llamadas que yo había hecho previamente. Han aparecido dos pequeñas trampas, y son dos vídeos que he visto cuando iba a poner el vídeo de la sesión de Power Yoga, dos vídeos que no tenían absolutamente nada que ver, más relacionados con películas, trailers, etc. Algo que todavía falta por dominar, pero que cada vez ocurre menos.

Cuando hacía turismo-running por Buenos Aires he parado demasiadas veces a tomar fotos e incluso a subir historias a Instagram. He estado distraído y he caído en estas pequeñas (grandes) trampas.

Día 34 – 01/06/19

Hoy he estado enfocado cada momento en una tarea y no hay nada que haya interrumpido o distraído de este cometido, he puesto toda la atención e intención posible en cada cosa que he hecho, por minúscula que fuese, ir al baño, ducharme con agua fría, meditar, comer una manzana, enviar un email, enviar un tweet, Al finalizar el día me siento mucho más agotado mentalmente que otros días, solo mentalmente. Pero he estado continuamente en estado de flow, hay una gran correlación entre el enfoque, la atención y hacer una cosa a la vez, aunque fueran por menos de tres minutos la “tarea”. No ha tenido ninguna distracción, ninguna interrupción, no pequeñas trampas, ni cuando hacía deporte por la ciudad siquiera.

Cuando he estado acompañando cenando he caído en subir varios contenidos, grabar unos vídeos y hacer unas fotos que me recordaron a alguien, lo último está bien, pero podría haber hecho la foto y haberlo enviado después. Hacía tiempo que no utilizaba el smartphone cuando estaba con alguien dentro del experimento.

Día 35 – 02/06/19

Domingo, lo que quiere decir que es día para responder en redes sociales, he utilizado las dos horas de bicicleta estática para responder los comentarios en posts de Instagram, así como los mensajes personales, y los mensajes en Facebook Messenger. Eso es lo que han dado de sí las dos horas encima de la bicicleta. A pesar de que todavía faltaban más comprobaciones y atenciones que hacer, las he dejado con diligencia para acabar el resto de la práctica deportiva. He seguido todo el sistema de ultraproductividad contra las distracciones de forma religiosa.

En el taxi de camino a Puerto Madero (Buenos Aires), al haber congestión en la ciudad, he atendido las peticiones en Twitter y los posts en Facebook. Todavía quedaban Youtube y los comentarios del post, que los he dejado para la próxima ocasión. He estado consciente sobre lo que debía hacer y no hacer dentro de esta parte de responsabilidades profesionales. Lejos de eso, no he sucumbido a nada más durante el día. Mientras estaba acompañado, he tenido que hacer una llamada previa vía skype y agendada, para la cual he pedido excusarme, así como al comprobar si me habían llamado, he dejado de prestar atención a la otra persona y así se lo he reconocido.

Día productivo y con más tiempo de enfoque lo cual acaba en más efectividad.

Día 36 – 03/06/19

He visto cómo al entrar en las redes sociales para hacer el trabajo programado de publicar, he dejado varias interacciones en posts de personas con las que siento afinidad, que sorprendentemente Facebook o Instagram te muestran al principio. He comprobado cuatro veces el iMessage y otras cuatro el Telegram. Me he visto obligado a entrar en Instagram messenger para enviar varios vídeos-invitaciones para un evento que realizo aquí en Argentina. Y he vuelto a aprovechar la bicicleta estática para rematar todo el trabajo de interacción que ayer dejé suelto. No era lo ideal, pero sentí que era necesario y tenía el hueco, porque había acabado mi jornada de trabajo a las 15h. Aunque perfectamente podría haber estado pedaleando y no haber sucumbido al Monkey Mind – y a esta pequeña-gran trampa.

Día 37 – 04/06/19

Hoy ha sido un día de enfoque total, segundo día de ayuno, día uno de mis descanso deportivo semanal. He hecho excepciones como compartir contenidos, pero lo he hecho cuando no he tenido nada en lo que enfocarme.

También he dado un largo paseo por la ciudad de Buenos Aires que me ha llevado a un estado de flow absoluto, en comunión perfecta conmigo mismo, luego he ido a unos jardines de viveros donde he estado sentado por no sé cuánto tiempo, tan solo mirando el surtido de una fuente, como el agua fluía, bajaba y subía, entonces cómo se desplegaban todas las partículas de agua y chocaban las unas con las otras. Ha sido sencillamente fantástico, sobre todo por la simpleza del momento.

He comprobado las redes y el social messaging las que tenía que comprobar. Además de haber comprobado el email una sola vez en el día, al final. He grabado el vídeo de la segunda fase del experimento con todas las impresiones, algo que estaba procrastinando día tras día desde hace días. No interrupciones. No distracciones, ni siquiera al saltar de tarea, cosa que no he hecho hasta que finalizara la que estaba realizando. Sigo con la misma playlist (por siete días), y con la misma ropa (por siete días también), respeto la conexión con otros y observo más y mejor que antes de empezar el experimento.

Día 38 – 05/06/19

Día de trabajo intenso, al romper ayuno, pero descansar y además madrugar más de lo normal, he podido completar más tareas que tenía atascadas, así como las que he procrastinado. He avanzado más rápido y he estado tranquilo intelectual y emocionalmente. He caído en dos distracciones, he sido interrumpido en una ocasión, he caído en dos pequeñas trampas y ha aparecido un ladrón de tiempo. Todo esto a pesar de que he estado súper presente y he cometido excepciones que me han permitido desarrollar mejor mi trabajo, comunicarme a distancia con los que quiero y seguir disfrutando de mis estilo de vida.

Es casi inviable vivir sin distracciones, pero vivir mejor, más enfocado, presente, atento y en flow prolongado es más posible al intentar evitar toda distracción, siempre teniendo en cuenta el no entrar en una guerra sin fin por estar siempre alerta.

Día 39 – 06/06/19

Día de flow por la charla que he tenido, los paseos y los momentos de conexión con otras personas, aunque cansado por el desgaste que significa. He comprobado las redes más de lo que pensaba. Es realmente complejo no caer en la tentación, al menos sé que cuando lo he hecho era consciente. Nunca dejar de interactuar con una persona para estar distraído o interrumpido.

Cualquier cosa que hago, la hago mejor, con mejores resultados, en menos tiempo, disfrutándola más porque sé que estoy haciéndola y pongo empeño, la clave está en saber que solo vas a hacer eso, aunque dures diez minutos o durar cuarenta y cinco minutos, estar obsesionado con ese momento, sin saltar a otro de forma indiscriminada.

Por trabajo, y en ocasiones, como excusa perfecta, he subido más Instagram Stories y contenidos de lo que el sistema de ultraproductividad inicial marcaba tal y como fijé. No he hecho de esto un drama, porque lo esencial es adaptar este experimento a mi vida, actuando con rectitud pero no siendo rígido ante cualquier circunstancia, eso solo me perjudicaría en lugar de beneficiarme. Eso sí, soy consciente, lo reconozco, lo acepto, lo anoto y trato de extraer lo bueno y el aprendizaje.

Día 40 – 07/06/19

Último día de experimento. Empezando muy bien y torciéndose a medida que avanzaba el día, en parte viéndolo y permitiéndolo. La parte más angustiante ha sido en el taxi del alojamiento en Palermo (Buenos Aires) al aeropuerto para salir hacia Montevideo (Uruguay), ya que estaba totalmente distraído por la actitud y comportamiento del taxista, algo que por mucho que quisiese me daba cuenta de que no podía cambiar. Sin embargo, no hacía más que tomar decisiones de tráfico equivocadas – como ir contra la ruta que marcaba la APP Waze – que hacía que consumieran tiempo que me haría falta para poder tomar el vuelo. He reconocido claramente como esto se convertía en un ladrón del tiempo y además una grandísima interrupción, quitándome la concentración en escribir el post para isragarcia.es que escribía de camino al aeropuerto.

Una vez allí y ya sabiendo que llegaba, he ido retomando el enfoque, la productividad, y la ultraproductividad, estando un poco trastocado y cayendo en las distracciones de siempre más fácilmente que nunca: email, redes sociales, social messaging, audios, etc.

Una vez he llegado a Montevideo, he reservado el lugar donde residir al menos por tres días y he estado enfocado hasta que han cancelado la reserva cuando estábamos a punto de llegar. Supongo que para ser el último día eran como pruebas. Luego, antes de salir a hacer deporte ya en Montevideo, he estado atrapado por varios ladrones del tiempo que eran tareas que no venían a cuento, pero ahí estado. La parte buena de todo es darte cuenta en el momento y despeñes, y no fustigarte o hacer un drama. No obstante, todas las tareas principales acabadas, viajar de un país al otro, con todo lo que conlleva, dos veces deporte en el día, explorar, cenar fuera, ver una película.

Han aparecido estados de flow en determinados momentos.

Vivir sin distracciones, una utopía. Anular al Monkey Mind, a años luz. Sin embargo, hacer una jaula cada vez más pequeña y tenerlo atado para que salte cada vez más cerca, muy posible y viable.

Hipótesis sobre enjaular al Monkey Mind

La importancia relativa del experimento enjaulando al Monkey Mind está en los siguiente elementos:

Encontrar una solución digital de utilidad para poder estar más concentrados y menos distraídos ante cualquier punto de evasión digital.

Diseñar una solución analógica que ayude a poder tener una relación más sana, humana, atenta y valiosa con nosotros mismos y con los que nos rodean: equipo, familiares, amigos, etc.

Comprobar que sucede a medida que las distracciones e interrupciones se van eliminando.

Verificar si se puede llevar una vida con cero distracciones, cuánto cuesta llevarlo a cabo, qué sucede, cómo conseguirlo y cómo se siente el individuo (en este caso yo)

Dónde está el límite de tamaño para la jaula del Monkey Mind.

Definir si hay una correlación entre menos distracciones, interrupciones y otros ladrones de tiempo, la calma mental, el estado de flow y una vida más plena. O si por lo contrario el precio de lograrlo acaba dejándonos exhaustos.

Aprendizaje validado sobre el Monkey Mind

Experimento cero distracciones, cómo obtener más productividad...

Los objetivos primarios que validan o invalidan las hipótesis del experimento. Principalmente basado en los sistemas diseñados para probar la validez y eficacia del experimento y conseguir así vivir sin distracciones (que se pueden consultar aquí), y por consiguiente, enjaular al Monkey Mind:

  • Asistir a reuniones, encuentros con otras personas, con bloc de notas para escuchar y anotar es una buena técnica que logra que no nos distraigamos por muy monótona que sea la reunión o conversación.
  • Al realizar solo llamadas destinadas al día y evitar el resto, las interrupciones disminuyen considerablemente. Esto requiere un gran nivel de alerta para no caer en esta pequeña trampa.
  • Es casi imposible no responder a ninguna llamada que no esté programada, pero sí es posible posponer a luego. Preferiblemente a un momento donde estemos libres para realizarla.
  • No podemos contar como distracciones todo lo que implique un contacto genuino con personas importantes. Siempre que esto no suponga interrumpir procesos en curso y en desarrollo.
  • Los espacios de Quietud Total fueron respetados en su totalidad. Esto posibilita la amplitud entre estímulo y reacción. Necesaria para poder visualizar y captar al Monkey Mind cada vez que salta.
  • Las afirmaciones estoicas funcionaron de una forma inesperada. En lugar de ser sobre situaciones, eran sobre las propias distracciones y Monkey Mind, visualizar cuando saltó, por qué, por qué no lo vi, qué sucedió después, etc. Esto fue una de las claves de la parte exitosa del experimento.
  • Extender los tiempos de meditación e incluir la sesión nocturna ayudó a ver con más perspectiva y ecuanimidad cada ladrón de tiempo o distracción que ocurría. Restando así importancia a un proceso que sucede sí o sí, y que podría haber acabado frustrándome.
  • Las decisiones de 30 segundos fueron retadoras en momentos, pero ayudaron a no caer en vacíos de tiempo donde no fuera operativo.
  • Fueron 40 días sin apenas pedir feedback o segundas opiniones, y debo admitir de que marchó mejor de lo que esperaba. El resultado del trabajo posterior o bien se asemeja al conseguido antes del experimento o mucho después. Esto hizo darme cuenta del tiempo y energía que perdía en reafirmaciones, aprobaciones o validaciones, hasta yo, que considero que no lo hago en el 90% de las ocasiones.
  • Diría que en un 70% de las veces cumplí con el “hack” de comer la misma comida cada día en las diferentes comidas. Cambiando luego cada 7 días. Creo que aquí, por mi parte, faltó una mejor planificación y variedad de alimentos.
  • Al estar viajando entre Ibiza, Madrid, Argentina y Uruguay, fue fácil el no estar cambiando de ropa, ya que solo llevaba la misma. Entonces el peligro era más bajo. No supuso nada diferencial respecto a los resultados que obtenía antes del experimento.
  • Decir más “no” puro entretenimiento televisivo fue fácil, igual a personas y conversaciones no resonantes. Esto me ayudó a estar más conectado conmigo mismo.
  • Adquirí cero bienes materiales no necesarios, casi como es habitual en mí. No diferencia aquí.
  • El atender con total atención a cada persona con la que interactuaba se convirtió, sin duda, en lo más difícil del experimento. Fue lo que más consciencia me dio sobre cuando sucedían esas distracciones o interrupciones.
  • El 90% de los días resultaron con más enfoque y porcentaje de productividad, debido a estar concentrado en acabar las cuatro cosas más esenciales profesionales, y luego los asuntos personales.
  • Este hack fue otro de los más transformadores: comprobar el correo entre una y dos veces al día. Algo que conseguí en la mayoría de las ocasiones, y que ahora, después de acabar el experimento enjaular al Monkey Mind, sigo practicando.
  • En cuanto a interactuar en las plataformas social media cada dos semanas, hubo veces que fue cada dos semanas y otras cada semana. Ya que en muchas ocasiones encontraba oportunidades de trabajo que podrían perderse si respondía cada dos semanas, no siempre era así, pero sí la mayoría de veces. En Instagram stories, cumplí con el sistema de no fijarme en ellas y compartir las que me mencionaban. Esto, indudablemente, hizo subir el porcentaje de enfoque y productividad y lograr estados de flow más continuados.
  • Una publicación al día en social media, seguir esta medida de contención me ayudó a estar más enfocado a mi trabajo, a la vida, y a las propias distracciones, lo que me ayudó a detectar mucho mejor cada vez que el Monkey Mind daba un movimiento.
  • Apenas compartí contenidos puntuales, pero los que compartí, iban relacionados con objetivos profesionales. Ninguna mejoría o anotación extra que hacer aquí.
  • Seguir con mi estrategia de publicaciones de contenidos, que al final es parte de mi labor profesional – y si casi personal – se hizo más simple y llevadera al no caer distraído entre medio en tantas ocasiones.
  • Instagram stories fue un poco dolor de cabeza, no al principio, sino más a la segunda fase del experimento. Era un engaño sutil, claro al estar viajando entre Sudáfrica-Garden Route, España, Argentina, Uruguay, era más fácil caer en la tentación de retratar algo y subirlo. Lo que inevitablemente restaba capacidad de atención y soltaba un poco más al Monkey Mind de la correa. No obstante, no sucumbí, más que en unas tres o cuatro veces, a subir la foto al instante, lo cual todavía me hubiera distraído mucho más. Cuando lo utilicé una vez por día, notaba mi cabeza y mi trabajo y mi comportamiento más centrado.
  • Uno de los grandes “hacks” y grandes logros es haber dejado por completo mi relación con el smartphone cuando estaba con otras personas. Y más importante aún, cuando estaba solo, que es más fácil caer en esa “pasión”. Únicamente lo utilicé para, como decía en la definición del sistema, las APPs que podrían ayudarme, como Google Maps, Skype, Keynote, etc.
  • iMessage y Telegram si fueron más dolores de cabeza. El “hack” aquí era encargarme de ellos una vez al día, no fue así. Hubo días de comprobar tres o cuatro veces, alguno otro cinco o seis, pero ya está. No fue tan mal, y eso hizo que se notara en mi spam de atención y distracción.
  • Escribí posts más cortos, tweets más cortos, historias más cortas. Eso me ayudó a poder tener más ultraproductividad.
  • Uno de esos descubrimientos dignos de resaltar fue el de escuchar la misma playlist durante 7 días. En muchos casos fue música “down-tempo” tibetana, budista, china, japonesa y otras vertientes. Diría que fueron incluso más de una semana lo que pasé escuchando la misma lista de música. Cuando la música es apropiada, se pueden lograr más y mejores cosas.
  • Eliminar el “entretenimiento” de youtube a deshoras para mí fue clave. Esto me dio casi 5 horas a la semana. No es mucho comparado con la media, pero para mí, esas 5 horas eran como 15.
  • El salto de tareas fue crítico, y lo más fascinante para mí ocurrió antes de saltar a otra. El verme a mí mismo a punto de saltar hacia otra tarea, me daba ese espacio de tiempo para parar ese impulso y seguir en la tarea. No digo que no lo hiciera, pero en proporción, como un 90% menos que antes de empezar este experimento.

Consideraciones y limitaciones

Aquí se detallan factores a tener en cuenta y obstáculos que aparecieron, fueron inevitables y marcaron el transcurso del experimento de intentar enjaular al Monkey Mind:

  • Anular por completo al Monkey Mind es algo improbable.
  • Cuanto más es el cansancio, más es la probabilidad que bajes los brazos frente a las distracciones.
  • A más energía, descanso y buen estado de ánimo, más propensos seremos a evitar estar “desconectados”.
  • He llegado a contar más de 322 posibles mecanismos distrayentes en un día.
  • Hay distracciones tan sutiles que pasan por alto cada día.
  • Vivimos tan adictos al mundo en el que estamos sumergidos, y la adicción es tan inteligente, que no nos enteramos de todo lo que nos roba vida (tiempo)
  • Es inviable vivir sin distracciones por más de 2 días, al menos en el caso que he concluido en el experimento.
  • Los aeropuertos eran lugares trampa, porque al estar “on the go”, solía romper las reglas más a menudo. Entre tanto ruído, es más fácil caer en la tentación.
Experimento cero distracciones, cómo vivir mejor y con más productividad...

Conclusiones sobre el Monkey Mind

Se requiere de mucha autodisciplina y robustez para primero seguir cada uno de los parámetros que componen ambos sistemas, el entorno digital y analógico. Y segundo para llevarlo a cabo cada día sin errores, desviaciones o dilaciones. Esto último, en este experimento, fue posible en pocos días, de ahí la conclusión.

Reducir la rigidez de los sistemas, normas o comportamientos es clave para poder realizar pruebas exitosas en este tipo de experimentos.

Lo más importante que extraigo del experimento, no es que eliminara todas las distracciones, interrupciones, ladrones de tiempo o pequeñas trampas. Tampoco que subiera mis niveles de enfoque, productividad, ultraproductividad o hiciera que el estado de flow apareciera más veces por más tiempo. Ni siquiera fue el construir una jaula más pequeña al estimado Monkey Mind. Algo que fue posible, como puedes ver en el cuadro de mando, en el día a día, y en los aprendizajes validados. Lo más prominente fue el incremento de consciencia y atención sobre lo que puede estar distrayéndome o interrumpiéndome. La capacidad de ver y responder (o no) más rápido y eficiente. Eso vale más que intentar acallar a una mente mono a la que llevamos toda la vida dándole miles de cacahuetes cada día.

¿Preguntas? ¿Algo que pueda aportar o haya quedado en el aire sobre mi relación – o la tuya – con el Monkey Mind?

Atribución imágenes: Flickr // Google.

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