Hoy vuelvo al mundo conectado después de ocho días de completa y absoluta desconexión. Esto que te cuento a continuación, es la historia sobre un desafío deportivo por una buena causa.
Esta foto fue tomada el pasado lunes 23 de abril, en el desierto de Tankwa Karoo, tan pronto como llegamos a «Ubuhlanti», el campamento de Bridges for Music en Afrika Burn. Esta instantánea significa el final de la aventura/reto social; «Ride to Afrika Burn«. Un desafío benéfico a favor de Bridges for Music Academy, la escuela de emprendimiento, música y artes que la ONG está construyendo en los barrios marginales de Langa (Sudáfrica)
El comienzo y el final del desafío deportivo
Dicho reto comenzó el domingo a las 10:00h, partiendo desde Ciudad del Cabo. Pensamos en salir a las 5:00h, pero preferimos priorizar por descansar y dormir el máximo posible, ya que no íbamos a parar hasta llegar a la meta. Esa era la idea y así la llevamos a cabo. El comienzo fue algo psicológico, ya que sabes que tienes por delante más de 300 kilómetros de bicicleta y apenas estás empezando. Aquí es donde más determinado hay que estar. Empezamos suave, lento y sin prisas, principalmente, porque no sabía empezar de otra manera.
A las 3:30h, ya del lunes, llegábamos a la entrada de Afrika Burn. Llegamos pensando que ya lo teníamos todo hecho, pero todavía faltaba una prueba psicológica más.
Al llegar a la puerta, nos encontramos con que teníamos que esperar hasta las 8am para acceder al campamento, y entonces poder ducharnos, comer y descansar después de todo el desgaste. Así que en lugar de perder los nervios, cargar contra los guardas que cumplían con su responsabilidad y ponernos de mal humor, buscamos la parte retadora, positiva y enriquecedora. Un obstáculo extra que debíamos superar. Así que respiramos hondo, sonreímos, descorchamos una botella de vino, junto a unas tortas de arroz con aceite de oliva, y celebramos el gran esfuerzo en la entrada. Primero conversando y compartiendo los momentos vividos, y luego, esperando y durmiendo en el coche hasta las 8:00h.
El desafío deportivo: conclusiones y aprendizajes
En resumen, la parte uno del desafío está completada: 333 kilómetros (217 de ciclismo + 116 en bicicleta de montaña) +2.500 metros positivos, todo en modo ayuno absoluto, completado en 17.5 horas. Estas imágenes son las mejores que puedo rescatar para resumir todo lo que vivimos juntos.
No estaba preparado físicamente, no había podido apenas entrenar, pero nunca perdí la confianza en mi equipo, en la causa y en mí. Dejé atrás los «peros», excusas y quejas y empujé hacia delante todo lo que pude. Mantuve la autodeterminación al frente y no dejé de persistir, a pesar de los calambres en la espalda y los dolores en la rodilla derecha. La última vez que realicé un esfuerzo de esta talla fue en abril de 2016, en la prueba Titan Desert.
Después de la Titan y esta prueba, he descubierto que todo lo que he aprendido y aplicado sobre el alto rendimiento en estos años, funciona. Cero lesiones, cero dolores posteriores, cero agujetas, cero efectos secundarios. Eso sí, además de mí rutina de alto rendimiento diario, dormí 12h durante tres días seguidos, me alimenté de manera más cuidadosa y realicé dos horas de yoga/power yoga/estiramientos al día.
Todavía no hemos acabado
Ahora, realmente, queda lo más importante, terminar de completar la segunda parte del desafío deportivo y social: acabar de completar el 100% de la recaudación, el cual ahora va por el 79%, quedan solo R6.000 para completarlo.
Si has donado, to doy las gracias por hacerlo, gracias por tu apoyo, por creer en la causa, en mí y en el cambio positivo. Y si no has donado, y resuena contigo, sería genial que hicieras una pequeña donación en el enlace que encontrarás AQUÍ.
Ahora. Después de 8 días de reseteo y desconexión en Afrika Burn, seguimos.
El Viaje continúa.