Sal de fiesta…
De cachondeo.
De parranda.
De jarana.
De fiesta.
De after..
Sal.
Sin frenos.
Sin tapujos.
Sin complejos.
Sin remordimientos.
Sin lastres.
Sin negatividad..
Sal.
Con intensidad.
Con consciencia.
Con inteligencia.
Con perspectiva.
Con optimismo.
Con coherencia.
Sal…
Cuando lo sientas.
Cuando te apetezca.
Cuando lo necesites.
Cuando toque.
Cuando estés en plena forma.
Cuando merezca la pena.
Sal de fiesta
Llevo saliendo de fiesta desde que tenía 14 años, he presenciado desde la ruta del Bacalao (Villa Adelina) de roce, hasta los mayores eventos del mundo como Burning Man, Afrika Burn, Coachella, Tomorrowland, desde los antros más antros hasta los afters más elitistas.
De todo lo que he aprendido y vivido, esto es lo más importante de todo: las personas con las que he compartido cada una de estas juergas, desde la primera a la última, la lista es tan larga que necesitaría más de 2.000 palabras para escribir todos los nombres (un Gracias muy serio a todos vosotros). Nunca hemos escatimado, nunca nos hemos reprimido, nunca hemos dicho “esta es la última”.
Cada vez que salgo de juerga disfruto como cuando tenía 16 años y entré por primera vez a mi primera discoteca, Penelope (Alcoy). Seguiré saliendo, con la gente adecuada, hasta el día que deje disfrutar, si llega.
Hazlo en exceso
Este es un mensaje para vosotros, los vividores profesionales: sigamos saliendo a fuego, sigamos bailando, sigamos quemando minutos, sigamos disfrutando del exceso. El exceso no es más que demasiado de algo. Exceso viene del latín «excessus», que significa «salir, ir más allá de los límites de la razón». «he aprendido que el exceso (ir más allá…) te ayuda a llegar a experiencias que quedan lejos de la comprensión racional de la muchedumbre, es ahí donde ocurren los descubrimientos, es ahí donde encuentras pizcas de sabiduría. La vida es paradójica, aquello que crea rechazo, polémica y controversia, descubre nuevos márgenes de entendimiento sobre los límites de pensamiento y comportamiento humano.
Conclusión: sal de fiesta, haz en exceso (y perspicacia) lo que tengas que hacer. La cordura (y equilibrio) llegará sola.
Atribución imagen: Jota Martínez Foto.