Parece simple, de acorde a los estándares de la productividad: invertir tiempo en algo crea un resultado. Si usas menos tiempo o tu trabajo productivo (y sus sistemas) producen más resultados, entonces tú (o tu negocio) estás siendo más eficientes.
La tecnología puede ser más productiva que las personas, porque es capaz de crear más resultados por cada euros que invertimos, una vez que están montada y optimizada. Abaratar los costes de la mano de obra es el objetivo de la mayoría de empresas de nuestro país, porque a largo plazo, la productividad aumenta al recortar salarios, ampliar horarios, hacer más horas extras y tener menos días libres.
No es de extrañar porque no somos realmente eficientes, ni competitivos, ni sabemos disfrutar de la vida al mismo tiempo que del trabajo productivo. O se disfruta de la vida, o del trabajo, o de ninguno de las dos cosas, como sucede comúnmente. La meta de recortar costes tanto como sea posible hace que el resto haga lo mismo, el resultado es una masacre.
El trabajo productivo de la ultraproductividad
La nueva calculación de lo que denomino como ultraproductividad es diferente:
- Decide qué es lo que vas a hacer, y hazlo.
- Toma decisiones sobre qué va a ser aquello que crees y lances.
- Haz tanto como puedas, en el menor tiempo posible, con el máximo foco posible.
- Obsesiónate por hacer solo el trabajo que importa.
- Diseña el mayor número de espacios donde puedas aprovechar todo aquello que más pleno te hace sentir fuera de tu trabajo.
No es el bajo coste, el precio, o las instrucciones lo que hace que podamos sobresalir en este entorno. Si no la iniciativa, la determinación, la capacidad de ser disruptivos, la autoconsciencia y la autodisciplina. Eso es lo que hace que puedas dominar la ultraproductividad. Y por lo tanto este nuevo mundo al que nos enfrentamos.
La decisión de qué hacer ahora, y qué vas a hacer después de hacerlo, es más importante que la misma ejecución. Un trabajador ultraproductivo es alguien que sabe muy bien qué es lo más crítico que debe hacer ahora, y después. Tanto personal como profesionalmente.
Atribución imagen: Travis Wise.