Mis 3 palabras para 2023

Aquí estamos, un año más, imposible el hábito del gran superhábito de elegir las tres palabras que servirán como faro para el año que acaba de entrar. En este caso, las Tres Palabras para 2023.

El caso es que hace unos días me enviaron este artículo de Esteban Gómez sobre las tres palabras para guiar tu año, quien lleva desde 2012 fijando sus tres palabras para cada año. Como cada año cuento, es una práctica que aprendí de Chris Brogan, alguien de quien aprendí y mucho sobre social media, marketing y permanecer humanos en Internet, alguien que pasó incluso a ser un buen amigo, incluso escribió el prólogo de mi primer libro, y también pude entrevistar en el podcast. Chris siempre ha sido y será una persona fenomenal, y en 2010 se sacó de la manga esta práctica, que yo mismo importé al habla hispana y con ello se creó un movimiento donde cientos de personas también comenzaron a compartir las suyas propias.

Este va a ser el primer año, que de momento, no he visto a Chris compartir sus tres palabras para 2023, así que voy a tomar el relevo y voy a compartir las mías un año más, por Chris, por mí, por seguir este súperhábito que tanto me ha aportado a mí y a muchos.

Sé tu propio faro

Es simple, tres palabras que utilizarás como referencia para dar los pasos hacia otro gran año, tres guías que te llevarán hacia lo más alto, hacia tu mejor actuación, versión y resultado, o al menos eso vamos a intentar. Cierto es que la vida cambiará, una cosa es el año que quieres o esperas y otra el año que quedará después de haberlo vivido, eso es innegable y es lo divertido, pero imagina poder moldearlo a través de tres grandes propósitos. El año 2022 estuvo repleto de vivencias que giraron alrededor de mis tres palabras para 2022: generosidad, maestría y centro.

Vamos por partes:

Puedo asegurar que el año pasado fue el año en el que encontré un centro del que ya no he salido, y ese centro es absolutamente todo, todo es mi camino, todo es el regalo, todo es un maestro para mí, todo es lo que quiero, busco y deseo, obteniéndose aquí y ahora mismo.

La generosidad se convirtió en mi trabajo principal. En 2022 decidí darme al mundo de una forma tan anónima, atrevida y sencilla que ha cambiado como vido, sirvo, impacto y juego cada día. Lo ha hecho de tal forma, que siento que a diario recibo y obtengo más de lo que necesito. Por eso, de momento me reservo para mí cómo estoy llevando a cabo esta labor, quizá un día lo comparta, ahora no es necesario.

Tercero, maestría, que no es ni más ni menos que crear una alianza conmigo mismo para ser un cinturón blanco de por vida en todo lo que pueda, sobre todo en practicar y entrenar en todo lo que conlleva vivir y trabajar con virtud. En la maestría de que cada acción sea la propia realización, en la práctica holística, en simplemente ser sin la necesidad de hacer para ser lo que soy.

Todo eso ha hecho que me olvidara de todo lo que siempre me ha pesado («yo») y de repente, sin apenas darme cuenta, en cuestión de meses, pueda decir, «llegué», «estoy allí, y estoy todo el rato ahí». Es aquí, en mí, en lo que ya hay, en lo que ya tengo, en lo que ya soy, en lo que una vivo. También en lo que ya recibo, en lo que ya doy, en cada paso dado, en cada acción realizada, en cada decisión, en cada milímetro de mi sombra y de mi claridad. No es una línea con dos extremos opuestos y contradictorios, es un círculo perfecto que lo engloba todo.

Lo cierto es que Shikantaza, Mushotoku e Hishiryo me sirven desde el año pasado como guías en mi práctica cotidiana.

Soltar, que era una palabra de apoyo el año pasado, la dejo en la recámara, porque ahora mismo no quiero ni soltar ni coger nada.

En cuanto a silencio/quietud, la segunda palabra de apoyo, ambas van a convertirse en dos de las tres palabras para 2023. Y la gran palabra para 2022 – descanso – es justo la que se había convertido en la tercera para 2023. Sin embargo, con silencio y quietud, tengo el descanso, así que cambiaré la tercera por «jugar», que para mí, ahora mismo lo es todo.

Mis tres palabras para 2023

Por lo tanto, así quedan mis tres palabra para 2023:

  • Silencio
  • Quietud
  • Jugar
mis tres palabras para 2023 isra garcia

Silencio porque no escucho ruido, porque en estos últimos meses me he dado cuenta de que no estoy nada interesado en hablar, en actuar, en involucrarme o en demostrar. En mí hay silencio y ahora solo me nace estar ahí, desde ahí escucho, veo, percibo y vivo más que nunca. Con el silencio puedo escucharlo todo y a todos, puedo escucharme hasta a mí mismo sin ser “mí mismo”, en el silencio están todas las respuestas que busco, y todas las preguntas.

Quietud porque naturalmente he llegado a la quietud, después de toda una vida moviéndome y de acción, es lo único que ahora me apetece. Lo cierto es que ya me apetecía en 2022, pero no conseguí practicarla más que en ciertos momentos y de forma muy intermitente, sabía que debía parar pero no podía, era porque necesitaba continuar hasta aquí. La verdad es que no he parado de moverme de un lugar a otro, de una aventura a otra, de un experimento, viaje, maestro o experiencia trascendental a otra, de un monasterio a otro, de un retiro a otro.

Ahora encuentro el refugio en el único lugar del que siempre he huido, en mí mismo, en mi propia contemplación, en la lentitud, la gentileza y la belleza de permanecer quieto y en silencio. Por eso es el momento de retirarme y girar la luz hacia dentro e iluminar el interior a través de contemplar la luz que ya yace ahí.

Jugar porque no puedo explicarte lo mucho que estoy disfrutando de cada día, de cada cosa, de cada situación y condición, lo que sea me lo llevo al juego, adversidades o dudas. Solo quiero jugar, conmigo y con quien sea – y lo que sea – que me cruce en el camino, por eso voy a diseñar más dinámicas, mecanismos y juegos si cabe (algunos en forma de experimentos) para estar jugando en cada momento, o simplemente voy a hacer lo que ya estoy haciendo tal y cómo lo estoy haciendo. He descubierto que la clave de la plenitud, la alegría estoica y la felicidad interior, reside en que juguemos en este juego que todos nos encontramos y en el que a veces nos lo tomamos tan en serio que lo convertimos en un drama y un camino plagado de sufrimiento imposible de aliviar.

La gran palabra para 2023

Y la gran palabra para 2023, es sin duda, “wow”, nada más que añadir.

Vamos a ver con qué nos sorprende la vida cada día. Vamos a ver cómo empezamos este año y como llegamos al final del siguiente. y lo más excitante, vamos a ver que ocurre entre medio, mientras la música suena y dibujamos el mapa.

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