Después de acabar mi último experimento, que pronto haré público, decidí empezar un experimento que llevaba algún tiempo rondando. Aunque algo modificado de la versión original, quería replicar el ayuno total de 20 días que realicé en 2016, pero extendiéndose a un mes. Sin embargo, cambié de idea después de ser asesorado por Lou Mateos, experta en alimentación óptima plant-based. Así que entre ambos creamos el experimento ayuno de Alto Rendimiento.
Algo de contexto
Lou me explicó que un ayuno solo agua alcalina de 30 días podría o perfeccionar el metabolismo o bien destrozarlo, sobre todo sin un seguimiento exhaustivo a diario con un equipo cuidándote y monotorizándote. Como eso es algo inviable en estos tiempos, le pedí ayuda profesional para diseñar algo que sirviera para seguir yendo varios pasos más allá, en realidad tan lejos como pudiéramos ir sin poner en riesgo nuestra salud. Lou accedió y empezamos a diseñar este ayuno de Alto Rendimiento de 30 días.
Inicio y objetivos
Un ayuno que se divide en varias fases y que iré explicando cada semana a medida que Lou Mateos vaya diseñando cada fase. Ya que como ella dice, vamos a ir creando día a día a medida que experimentamos, analizamos y contrastamos resultados y sensaciones.
Los objetivos principales detrás de este Ayuno de Alto Rendimiento es entrar en Autofagia durante un periodo de tiempo más prolongado. Además de potenciar el metabolismo, maximizar la energía que el cuerpo produce y aprovechar los beneficios de los alimentos y líquidos vivos que vamos a ir dándole en estos 30 días. Todo al mismo tiempo que no sometemos al organismo al gran estrés que supone un ayuno severo de agua.
Otro de los objetivos de este ayuno es que luego, al terminar, podamos ajustar, sobre todo Lou que es la profesional, y que entonces con la versión final, cualquiera pueda hacerlo, teniendo formulación y aprendizajes validados.
Ayuno de Alto Rendimiento – fase 1
Ahora mismo estamos en la primera fase Ayuno de Alto Rendimiento con el protocolo para eliminar todo parásito innecesario en mi organismo. Uno de los principios que estoy siguiendo es beber más de 1,5 litros de zumo de zanahoria orgánico licuado, propóleo, concentrado de pomelo, así como aceites macerados y un gran número de infusiones y probióticos.
En unas semanas compartiremos los planes completos, y a diario, iré explicando el progreso a través de mi canal en Instagram. También conectaremos con Lou para que ella, desde toda su maestría nos vaya desgranando el experimento.
A propósito de Lou, esto es lo que ella añade: Isra está tomando probióticos a través del Kéfir, Chucrut, la Kombucha y de la hoja verde. Hemos añadido alimentos vivos con fibra y clorofila a través de la ensalada. Hemos añadido una comida al día además del zumo. Estamos empezando un ayuno con una ración contundente de comida de alimentos vivos, de alimentos energéticos, porque lo que estamos metiendo es energía.
El resto lo explico en este vídeo inicial sobre el Ayuno de alto rendimiento:
La vida es un experimento, al menos la mía, y va a seguir siéndolo hasta el resto de mis días.
Pues vamos a ello.
Extra: accede aquí al informe final completo, con las contribuciones de Lou Mateos y al Dr Juan Carlos Alonso.
Atribución imagen: Simplyfaster.