Ayer realicé mi primer día de ayuno radical. Es decir, no alimentos sólidos, tampoco alimentos líquidos, ni siquiera agua, nada de nada. No fue tan difícil como parecía, al principio, sí lo fue al entrar la franja de las 20h, pero es en esos momentos donde saco lo mejor que tengo, mi autodisciplina, autoconsciencia y autocontrol para aplacar este tipo de situaciones.
3 años de ayuno intermitente
Llevo haciendo ayuno intermitente desde 2016, empecé con un ayuno puntual, luego fui aumentando horas cada día hasta un día a la semana. Después de esto, vino un ayuno de 100 horas, y al terminar, decidí hacer un experimento de 20 días ayunando. Cuando acabé, implanté totalmente este tipo de ayuno intermitente como superhábito de alto rendimiento. Un día completo a la semana. En enero de 2018, cuando empezaba el viaje alrededor del mundo, decidí sumarle dos días a la semana.
En el mismo año, cuando estaba ante desafíos extremos como Ride to Afrika Burn o Burning Man Quest, pasé a tres días semanales en los dos meses previos de preparación, además de entrenar también justo en esos días. A partir de 2019 pasé de nuevo a dos días, y una semana al mes, tres días.
Beneficios (para mí)
Los beneficios que me llevo de todo este tiempo los he notado en mi piel, en la energía, en la claridad mental, en cómo de bien funciona mi cuerpo, incluso en la ultraproductividad y mi capacidad para llegar a más y ver mejor (consciencia interior y exterior). Esto a pesar de todos los beneficios que una práctica así te ofrece, además de la fascinante autofagia (premio Nobel)
El tipo de ayuno
¿Qué clase de ayuno practico? Hay diferentes modalidades, hace un tiempo opté por la del día ompleto, extendiéndolo a más días. Ahora estoy pensando en además probar con el ayuno intermitente en el que te alimentas desde que te levantas, hasta las 14h o 17h.
A raíz de ayunar…
Adicionalmente, algo que estoy disfrutando mucho con el ayuno, es la capacidad de poner a prueba mis instintos más primitivos. Algo que me conecta directamente con la parte que se encarga de liderar el miedo, la duda, la frustración, el desconcierto, hablo del cerebro reptiliano. La parte física del cerebro, ese bulto prehistórico cerca del tronco cerebral responsable del miedo, la ira, impulso reproductivo y el instinto de supervivencia. ¿Por qué abandonamos por ejemplo cuando enfrentamos algo severo como el ayuno? Porque esta parte tomó el control.
¿Quieres saber porque muchas personas no pueden ser autodisciplinadas? Porque desisten, porque plantean excusas, porque hacen lo que la masa, tienen miedo. En resumen, porque están aquí para servir al cerebro de lagarto. Comodidad, seguridad, racionalización y posibilidad de fallar.
La amígdala es invencible
Me da igual si es con algo como el ayuno, con la autodisciplina, tu proyecto, tomar esa decisión o ser vulnerable, lo que está claro es que la amígdala no va a evaporarse. Esa parte tan traicionera de tu cerebro está aquí para quedarse, y tu trabajo es darte cuenta cómo silenciarlo e ignorarlo. Esto es tan crítico que he hecho de mi vida un experimento con el fin de lograrlo: ayunos, rechazos, distracciones, aislamiento, quietud, silencio, y en breve lanzarme al fracaso.
Ahora que lo sabes, ya no tienes excusa, ¿qué es lo que vas a hacer al respecto?
Atribución imagen: Diet Doctor.