Capacidad de sufrimiento.
Para los que están pasando un mal momento.
Para los que no levantan cabeza.
También para esos que no quieren salir de la cama.
Incluso para los que han perdido a alguien querido y están sufriendo.
Para los que están desubicados.
Para los que están agotando sus energías para meramente mantener la cabeza fuera del agua.
Y para los que notan que están bloqueados.
Sé que estás intentándolo, sé que te gustaría poder hacer más y mejor, sé que no puedes, y que por mucho que conoces la teoría, la práctica es totalmente distinta – y compleja.
Pensaste que estarías en un lugar diferente al que estás, y eso está matándote. El problema, las expectativas, las ilusiones. Aquí estás, sufriendo, todavía.
Es posible que no puedas hacer nada para arreglar lo que te ha llevado a estar donde estás, pero sí puedes hacer mucho en cómo reaccionas a este momento exacto, y qué pasa a partir de aquí.
Tienes el poder absoluto y definitivo en cuanto a cómo va a ir tu vida se refiere.
Usa la capacidad de sufrimiento
Un 10% de la vida es lo que te sucede, el otro 90% es qué haces al respecto.
Sufres un contratiempo.
Suspendes el acceso a la universidad.
Pierdes a tu madre.
Duele, claro, sufres, nadie quiere tratar estos temas, ya. Sin embargo, muéstrame algo bello que no haya nacido sin capacidad de sufrimiento. Nada.
¿Pues sabes qué? Necesitas desarrollar esa capacidad de sufrimiento para llegar tan alto como nunca hubieras imaginado.
Porque la capacidad de sufrimiento no es solo dolor, es fertilizante, nutrientes, es un elixir de fuerza.
Así que en medio de los momentos más duros, en medio de la tormenta, cuando muerdas el polvo, entiende que es necesario que pases por ahí. De lo contrario estarías en otro escenario.
Ve detrás de lo que la fortuna (o el destino, o como quieras llamarlo) te lanza, porque tiene tu nombre, no hay más.
Mírate en el espejo y susúrrate lo siguiente: «Escucha, no hay nadie que vaya a impulsarnos ahora mismo, estamos solos, tú y yo. Y yo te digo que tú eres la clave de todo, eres suficiente, lo mereces, eres tu mejor maestro, mejor mentor, mejor coach, eres tu chamán y eres el mejor libro con todas las respuestas universales. Estoy aquí, luchando por nosotros, por nuestra familia, por nuestros hijos, por el mundo, por los necesitados. Por nuestra visión, nuestra obsesión.
Atribución imagen: Zlato Vickovic.