¿Qué es estar preparado para algo? ¿Estar preparado para ganar? ¿Para perder? ¿Para ambas cosas? Estar preparado es tener la templanza y la convicción de que sea lo que sea lo que pase, tú estarás ahí, intentando bailar lo mejor que puedas con las circunstancias que encuentres.
Adaptación imparable
Hace unas horas que ha empezado el Ultraman Holístico (considera hacer una pequeña aportación por favor), un experimento de ultra-resistencia – escribí esto ayer noche, antes de ir a dormir…
En estos momentos estaré nadando diez kilómetros en la playa de la Patacona (Alboraya, Valencia). O tal vez seis porque o bien el mar no está en las condiciones óptimas, o bien porque podría hacerse pesado una distancia que no realizo desde 2013, cuando hice la prueba Ultraman. Si los completo, por el motivo que sea, genial, si no también, porque completamos la segunda parte en Benidorm. En realidad, no sé que estaré haciendo exactamente, pero estaré ahí, imparable, inamovible, pero adaptable a cada cambio.
Antes, la idea es meditar en la playa a las 5:30 am, no sé cuánto tiempo, no sé cuánto habré dormido, si estaré cansado, descansado, con una mente apaciguada o agitada. Da igual, estaré haciendo lo que estaré haciendo, estaré preparado. Después, al acabar la natación, sería un buen momento para el Tai Chi, pero tampoco sé, ¿quién sabe? No importa, estar preparado es eso, a por lo que sea.
Estar preparado es estar ahí
Luego, estaré rodando y cubriendo la distancia que separa el lugar donde nadamos de Jávea (Alicante), sobre unos 120 kilómetros. Esperamos hacer una parada en el km 60 para estirar, hacer unas respiraciones de poder y activación energética y continuar hasta llegar a Cala Bandida, punto donde finalizaremos quizá con estiramientos asistidos, sentarme en Zazen, una quietud o lo que encuentre mejor para el rendimiento holístico.
Haré lo que la situación requiera, despojándome de cualquier atadura.
Soltar el control es ganarlo
El camino es el camino, y nunca sabes que te depara, por muy equipado, informado o confiado que estés. Siempre puede aparecer algo inesperado, de hecho, el destino es caprichoso e incierto, y tengamos por seguro que nos presentará algo con lo que no habíamos contado. ¿Y ahora qué? No podemos controlar, por mucho que insistamos, lo que está fuera de nuestro poder, el resultado de lo que ocurre en nuestro viaje. Solo la acción, el movimiento y la actitud dependen de nosotros, pero una vez salen, lo que ocurra y el efecto o reacción que éstas tengan, está fuera de nuestro alcance.
Llevo casi media vida entrenando para estar preparado para no estar preparado. Y es ahora, cuando esto ante un desafío de tal magnitud, cuando la vida pone delante de nosotros algo como COVID-19 y este nuevo mundo. O cuando enfrentamos mil adversidades y contratiempos emocionales, físicos y sobre todo mentales, cuando estar preparado para lo que sea, se convierte en un activo de valor incalculable, solo por una cosa, por ser capaz de cosechar tranquilidad y serenidad ante los momentos más estresantes.
Ayer grabé una nueva lección para la escuela de Estoicismo Moderno en Youtube, donde explico este concepto, el cual llamo la valentía estoica:
Mañana te cuento como ha ido este primer día, y en Instagram puedes seguirlo en directo.
Cualquier camino es el camino. Gracias por formar parte de este viaje.
