Hace ya más de medio año que empecé con este experimento social media; intentar estar conectado con 150 personas diferentes en diferentes plataformas. De manera que pudiera absorber el mejor trabajo de cada una de ellas. Aprender, mejorar, encontrar valor y reflectar todo esto en mi comunidad y la gente como tú que a diario lee este blog. Sin tener que invertir grandes cantidades de tiempo y energía en ello. Pensé entonces sobre un experimento social media.
¿Por qué el número 150 en un experimento social media? Exactamente por la teoría de la inteligencia social de Dunbar.
La idea es estar conectado personas que puedan transmitir lo que busco. Dependiendo del canal digital que utilicen y cómo de especialistas, ágiles, valiosos y humanos sean en cada una de las plataformas en las que tengan presencia. El objetivo, recibir varios tipos de “insights» en Twitter, en Google+, LinkedIn, Instagram, Pinterest o incluso Facebook. A pesar de que este último lo utilizo de manera más íntima y personal.
Cómo llevarlo a cabo – experimento social media
Para hacer eso, he utilizado alrededor de 15 – 25 minutos todos los días para a estudiar y analizar más de cerca a todos los perfiles que seguía en todas las plataformas online. El siguiente paso fue descartar perfiles que estaban en un juego distinto al que buscaba. Seguir con los que seguían siendo una referencia para mí y la comunidad y añadir personas con las que podría existir esa resonancia.
Dentro de este experimento social media también estoy trabajando mejor las listas de Twitter. De esa manera podré seguir más de cerca a la gente que pienso que está haciendo un gran trabajo en las áreas que son de interés para mí. De igual manera que lo he hecho en los círculos de Google+. También he tratado de mejorar los tableros del perfil en Pinterest y las listas de vídeo en Youtube. Quizás son cosas curiosas que me atraen, pero también temas relacionados con mi actividad profesional y algo de estilo de vida.
Primeros resultados
El resultado que estoy obteniendo de este experimento social meida es que a medida que reduzco el círculo. Las conexiones se vuelven más humanas y más importantes y obtengo más valor de la gente que sigo, más y más. Esto al mismo tiempo me está ayudando a disponer de más tiempo para poder conectar con más y más personas que me hacen preguntas en Twitter o en Instagram o conexiones en LinkedIn con asuntos en los que aportar mi feedback. Por otro lado, encontrar la información que deseo se vuelve un proceso más accesible y cómodo, ya que es más fácil localizar esos contenidos y a esas personas. Igualmente estoy utilizando las listas en Twitter para temas interesantes que de vez en cuando quiero seguir.
De hecho, estoy llegando a conversaciones que antes a causa del ruido no lograba alcanzar, ahora sí, esto me está ayudando a permanecer humano. Genial.
Consecuencias
Durante el experimento han habido diferentes reacciones esperadas, tipo, “me dejas de seguir, te dejo de seguir”. Esto significa que el único valor que le aportaba a esa persona era que @Israel_García era un usuario recíproco ¿o a caso es que nuestra amistad o “colegueo” (si realmente existía) se ha esfumado? No aporto nada a ese tipo de usuarios. En lugar de eso, era un número, o con suerte, un nombre. Aún así, hay muchas personas que sólo siguen a aquellos que les siguen. Imagino que eso significa que no tienen televisión en sus casas porque estas cajas no tienen cámaras instaladas en sus comedores.
El concepto de permanecer humano no tiene absolutamente nada que ver con que sigas a quien te sigue. Permanecer humano (human media) es actuar como actuarías si estuvieras hablando con tu mejor cliente (o peor) en el despacho de tu empresa.
¿Reciprocidad?
Todo esto me lleva a algo que no es nuevo, el daño que hace la reciprocidad en las redes sociales, que parece que es un acto de educación o amistad, cuando realmente es un acto de hipocresía y falsedad.
Piénsalo, en la vida real no te haces amigo de alguien que no conoces, no te asocias con alguien que no sabes como trabaja o no te enamoras de alguien con quien no has tenido sexo (honestamente), ¿por qué en el mundo online necesitamos esa sensación de que debemos seguir a quien nos sigue? Amigos y amigas, en esta economía no hay reglas. Hay acciones que provocan reacciones, hay movimiento que genera fricción.
Hay algunas normas que son amplificadas en el espacio digital cuando hay pocas señales que seguir, sé tu propia señal. Puedes hacer cualquier cosa tan pronto como lo que haces no dañe, perjudique o atente contra unos principios éticos y morales coherentes y congruentes.
Disculpas
Si en algún momento alguien se ha sentido ofendido al dejarle de seguir sin aviso o incluso sin pedir permiso. Sí es cierto que hay ciertos amigos y colegas que avisé personalmente antes de hacerlo. No es mi intención herir las emociones a nadie por romper la reciprocidad. Tampoco es nada personal. Será comprensible si dejas de seguirme o decides ser cínico sobre ello.
El objetivo detrás de todo
Y aquí viene el objetivo final, voy a seguir trabajando cada plataforma hasta llegar a seguir 120 – 150 personas en cada una de ellas. Hasta ahora he identificado 80 usuarios que son imprescindibles, pase lo que pase, de ellos 50 son irremplazables. Entonces iré reduciendo hasta llegar a ese número, principalmente en Twitter y Google+, en Instagram ya manejo un número menor. Esto significa que habrá alrededor de 50 usuarios que podrían estar en rotación o no, dependiendo de la conexión y valor que podamos aportarnos mutuamente. El desafío viene sobre todo en LinkedIn, donde el número de conexiones es mayor, aquí voy a trabajar en estos próximos meses por reducir drásticamente todas las conexiones hasta estar conectado a colaboradores, proveedores, clientes, equipo, colegas de trabajo y poco más, 150. Facebook me preocupa mucho menos, pero probablemente reduciré “mis amigos” a familia y amigos, a 150.
Voy a seguir reduciendo todo hasta llegar a la cifra marcada, luego iré haciendo rotaciones para conectar con personas diferentes, recibir valor nuevo, iniciar conversaciones nuevas y por supuesto, crear nuevas oportunidades.
¿Qué pretendo conseguir con todo esto?
- Aprender cuanta emoción depositan las personas e las suscripciones de la web social, comprobar el valor real de “conectar” online.
- Localizar más conversaciones que antes no lograba ver, además de aprovechar el, cada vez más escaso, uso que le dedico a social media diariamente.
- Servir de prueba a los clientes de IG, las organizaciones que asesoro y la gente con la que trabajo y lectores, para realizar un mejor uso de esto que tenemos entre manos.
- Probar si la teoría Dunbar es verdaderamente cierta.
Haz lo que te de la gana (claramente)
Este experimento social media es solo el principio.
Las reglas como decía antes son tan sólo un set imaginario de todo lo que tu quieras probar. ¿Quieres usar el entorno digital a tu manera? Hazlo. Haz que sea útil, para ti y para la gente que llega a ti. Si otros dicen que te estás equivocando, te estás equivocando, no hay problema en absoluto.
Photo credit: Katie Zilcosky.
5 comentarios
Me parece increiblemente lógico y natural.
Lo de la «falsa reciprocidad» lo tengo claro desde hace mucho, no estamos ni necesitamos estar para eso. Pero sí que me ha surgido más de una vez la duda de a quién o cuantas personas seguir, y sobretodo (lo más importante) si me están aportando lo que quería o no.
Suelo estar conectado con poca gente (excepto Linkedin), aún así más de 150 y siempre se me viene esta cuestión a la mente, y como tú voy renovando las listas cuando lo siento así.
Asi que voy a probar la teoría de los 150 y voy a reducir hasta ese número, seguro que que el resultado es bueno. Ya te contaré 🙂
Gracias por la idea!
Ahí está la clave, en probar, experimentar, re-definir y ver que funciona mejor o peor e ir mejorando en base a adentrarnos en nuevas formas de trabajar. Lo bueno es que no hay límites ni reglas, cuanto más reduces tu área de influencia y acción, a más personas eres capaz de impactar con más fuerza.
Ya me contarás los resultados Raúl.