Hace unos meses realicé un experimento que consistió en levantarme a 3am durante 32 días seguidos. Ahora, llevo 30 días experimentando con la rutina avanzada de rendimiento máximo. Bien, levantarme (pase lo que pase) entre las 4 – 4:30h cada día es uno de los hacks que la componen. Eso es justo lo que he hecho cada día, incluso aunque no esté pudiendo acostarme lo pronto que desearía, incluso aunque esté durmiendo menos que nunca en los últimos 7 años. Hoy puedo decir que no podría haber obrado mejor, porque hay que salir de la cama, cuanto antes.
Es en ese instante cuando tienes entre tus manos la primera y más importante elección del día. Aprietas el botón de “posponer” y volver a dormir o el de “levantarte” y atacar el día. Esa es la decisión que requiere la autodisciplina más determinante.
Salir de la cama no es tan importante
¿En serio? Bueno, solo estás engañándote a ti mismo, no hay forma alguna de que convenzas a nadie más.
La autodisciplina que importa se mide al salir de la cama, en cuánto rápido, cómo y por qué te levantas. Es eso lo que definirá cómo empiezas tu día, y esa decisión que tomas en ese instante, es la decisión que puede dar forma al resto de tu día, y de tu vida.
No me había dado cuenta hasta ahora – y como yo, seguro que hay muchas personas – que esa cama representa nuestra vida…
Si permaneces en la cama, lo que estás haciendo es quedarte, literalmente, en tu zona de confort. Es decir, tu día estará marcado y será representado por esa zona, lo cual marcará lo que venga después. Entonces, eso influirá en tu semana, en tu mes, en tu año, y en tu vida.
Así que habrás pasado toda tu vida en esa área mediocre que llamas zona de seguridad, ¿Algo peor todavía? Que pasará antes de que puedas reconocerlo. Nunca saltando a nuevas alturas, nunca abriéndote a nuevos desafíos, nunca empujándote a nuevos límites, nunca intentando algo nuevo. Tomar riesgos, lanzarte, tener nuevos miedos.
Esto es serio, tienes que salir de la cama cuanto antes.
Si cuando despiertes sales de esa maldita cama, tendrás la potencia suficiente como para enfrentar cualquier cosa que enfrentes ese día. Aunque lo mejor de todo, es que nunca buscarás la salida fácil.
Y no es fácil, tú y yo lo sabemos, pero es poderosamente necesario.
Atribución imagen: Deann Barrera.