¿Qué pasaría si pudieras vivir sin miedos y sin temores? ¿Cómo sería una versión de ti que no conociera el miedo? ¿Es posible no tener miedo a nada? Ya lo creo que es posible.
El miedo reside en el alma y en la amígdala para ser más exactos. El miedo mantuvo con vida a nuestros antepasados. Sí, el miedo es el sistema responsable de que no seas atropellado, robado o devorado por león.
La excepción más significativa es que hoy no tenemos que correr detrás de ningún léon. Las posibilidades de robo son diminutas y las de atropello todavía más aún. Sin embargo, seguimos teniendo miedo.
Sientes miedo cuando te enfrentas a un posible fracaso, pero algo cambia, es más un miedo al rechazo, al ridículo. Ser rechazado por una chica en privado es manejable, pero no lo es tanto decir algo estúpido delante de una audiencia o confundirte de palabra en una grabación en directo.
El miedo al rechazo es el miedo más interno que tenemos, porque ser rechazados (o la posibilidad de ser rechazados y dejados en ridículo) amplifica el miedo del miedo. Nos aleja de hacer una contribución y acorta nuestro propósito de explorar límites.
Vivir sin miedos, ser imparable
Tan pronto como te das cuenta de ese proceso, empiezas a localizar tus miedos más profundos y empiezas a moverte hacia delante.
Cualquier miedo que tengas, se puede vencer. Puedes vivir sin miedo, ser una persona imparable. Hace años comencé a andar ese camino. Hace menos un mes vencí a mis dos mayores y únicos miedos. Hoy puedo decir que no tengo miedo a nada. Y para asegurarme me he lanzado a buscar el miedo del rechazo durante 200 días consecutivos.
El miedo no es miedo, es solo una señal que te muestra el camino que debes recorrer…
Puedes tener en cuenta el fracaso profundo sólo si puedes cuantificar las pérdidas, pero el miedo al miedo es una pena y una trampa.
Pd. Y aquí cómo exponerte al rechazo y vencerlo.
Atribución imagen: Charlie Abad Estudio.