Desde el amanecer de las especies, nosotros, los seres humanos nos hemos visto atraídos por el enigmático poder del sonido. Desde los sonidos de las ceremonias de nuestros antepasados, voces que hacían eco en las cavernas más primitivas, a la infinita variedad de sonidos producidos por la naturaleza. Además de los que producimos por propia creación, a través de la multitud de instrumentos y canciones que suceden alrededor del mundo. El sonido sigue siendo una poderosa herramienta sensorial, capaz de transformar vidas y curar traumas o transtornos. Eso es lo que End of Time nos ha ayudado a entender en esta nueva experiencia vital que he vivido.
El sonido es una herramienta de encuentro divino y belleza estética. Pero todavía hay más, el sonido, tal y como la vibración y la frecuencia, es mucho más de lo que oímos. Una orden suprema del universo emerge desde su interior. Siendo también transmitido vía matemáticas y geometría. Mecánica cuántica, la ciencia de cómo todo está relacionado a nivel atómico, nos revela que todo es una vibración sostenida en el espacio.
Desde nuestra propia forma orgánica, en el interior del útero de nuestra madre, entendemos innatamente la ciencia de la vibración, ya que es el medio de comunicación del universo, un principio unificador. Sin embargo, hay una disonancia que emerge con más fuerza, sobre todo a medida que vivimos nuestra vida. Sobre todo, en este mundo separado de la esencia de estar en contacto con la naturaleza. Manifestándose desde la profundidad de la existencia dentro del momento presente.
Es el momento de volver a resonar.
El potencial de aplicar la consciencia expansiva – End of Time
Ayer finalicé otra de esas experiencias que te cambian la vida, una experiencia vital como me gusta llamarlas. Mi primera experimentación con la música multidimensional. Todo ello gracias a la invitación de Eric y Monika – a raíz de celebrar su aniversario – con la actuación del grupo End of Time.
Fue en Ibiza, en Sant Carles de Peralta, en la misma villa donde hace un año tuvimos la oportunidad de disfrutar de Alexandre Tannous, el maestro de la meditación con sonido. El grupo, formado por Daniël Schotsborg, Stacey, Stefan y Francesco, crearon una experiencia única llenando un espacio sónico inmersivo con sonidos armónicos y frecuencias, que permitieron el acceso a las partes más profundas del subconsciente de las 30 personas que allí estábamos reunidas. Al menos, en mi caso, pude acceder a nuevas capas que hasta ayer eran desconocidas. Todo ello perfectamente combinado con el uso, controlado, supervisado y conscientemente suministrado, de psilocibina y End of Time, habilitaron la exploración de la realidad de nuestra realidad. La cual nuestra sociedad ha forzado a ser algo rígido.
Esta experiencia nos ayudó a contemplar esas tan finas y diferentes pantallas de realidad. Justo donde reside ese tipo de consciencia, más senadora y expansiva.
La motivación
Siempre que entro en una experiencia/experimento de este tipo, lo hago como es mejor hacerlo, con un profundo respeto y sentido de la curiosidad. La motivación para mí detrás de algo así, es el potencial de estos “eventos” para llevarte más allá de los límites, la gente tan resonante con la que los compartes, y el deseo de vivirlo para reflejar en el mundo el cambio positivo producido.
El preludio
El pasado martes por la tarde acudimos a la villa a conectar los unos con los otros y a conversar sobre los aspectos de la ceremonia. También conocimos al equipo de End of Time, quiénes nos explicaron en qué consistía su trabajo y cómo pensaban enfocar la ceremonia que tendría lugar al día siguiente. Seguidamente, Eric y Martijn Schirp, líder y fundador del retiro Synthesis en Amsterdam, dieron una breve charla sobre las “instrucciones de vuelo” (que tener en cuenta antes) antes de la ceremonia. También remarcaron la importancia de fijar una o varias intenciones. Martijn también compartió algunos aprendizajes obtenidos a raíz de más de un año de retiros psicodélicos legales y médicamente supervisados.
La ceremonia, meditación sónica y música multidimensional
El miércoles, el día X, fue un día intenso cargado de un poco de todo, deporte, trabajo ocio. Llegué a las 20:30h. Estuvimos aclimatándonos, desconectando nuestros teléfonos.
Entonces abrimos la sesión con un ritual, de la mano de Natasja Pelgrom, que incluía una serie de afirmaciones, intenciones, alianza (qué íbamos a poner cada uno de nosotros) y ejercicios de respiración. Finalizando con una meditación, que junto al prodigioso trabajo de la banda End of Time, me ayudó a entrar hasta las entrañas de la experiencia.
La “ceremonia” (lo llaman así por el espacio sagrado que se crea entorno a la experiencia – el contexto importa) duró ocho horas. Al finalizar, ya de madrugada, quedé dormido al aire libre, mirando al cielo estrellado en una noche realmente sosegada.
La experiencia en sí
Lo que de momento puedo decir es que fue una obra de arte por parte de End of Time. La mezcla de sonidos digitales con visuales, y sonidos ancestrales producidos por instrumentos chamánicos, así como la aromaterapia, jugó un papel holístico que nos transportó a otra dimensión dentro de un estado de consciencia magníficamente alterado. +
A diferencia de la última experiencia de este tipo, en Afrika Burn 2019, esta ocasión fue un viaje maravilloso, lleno de luz, de descubrimiento, de aprendizaje y sobre todo, por encima de todo, contemplación. Recuerdo con una nitidez absoluta cada instante.
Al principio estaba en una lucha interesante con mis propias creencias limitantes, hasta que vino Eric y me dijo unas palabras, al mismo tiempo que me sugirió que fuéramos fuera de la carpa donde nos encontrábamos a conectar con la naturaleza. Ese momento cambió todo, empecé a conectar con algo dentro y fuera de mí, con la esencia suprema, lo que llaman la fuente. Y empecé a descargar conocimiento, sensaciones, y sobre todo una ecuanimidad posibilitada por poder ser el observador y no el jugador. Cada experiencia que estoy viviendo desde principios de 2017 a día de hoy, me lleva más lejos, entiendo mucho más sobre la vida, sobre lo que somos, lo que soy.
Casi al final de la sesión, encontré algo que hacía al menos 6 años que no sentía, un chispazo de auto-motivación que me atravesó por completo como si de un rayo de electricidad se tratase. Esto fue posible gracias al cuadrar el momento álgido de mi viaje con una melodía edificante.
Ha sido una de las sensaciones más increíbles que he sentido en mi vida, sentía ese propósito por vivir “a muerte” cada segundo de mi vida. Por inyectar fulgor puro a cada acción, cada movimiento, cada intención y cada silencio que fuera posible. Algo único, no había vivido algo tan intenso en mi vida. Tal que ahora, mientras escribo esto, tengo una energía, confianza, seguridad y decisión que hasta a mí mismo, con todo lo que me conozco, me asombra.
Ahora vamos a aprovecharlo
Al finalizar la experiencia, Eric dijo algo realmente importante a todos los que allí estábamos: “ahora que lo hemos vivido, ¿qué vamos a hacer con ello? ¿Cómo lo vamos a proyecto en el mundo?” Creo que no podría haberlo resumido mejor.
En mi caso voy a aprovecharlo, en cada post de este blog, en cada podcast, en cada vídeo, en mi trabajo como consultor, en IG, con clientes, en los chispazos diarios y mensuales, en SOP, en Inconformistas microMBA, en cada persona con la que tropiece, en los proyectos que van a venir, y ahora, sobre todo, en el Programa de Excelencia para personas en Desempleo que empieza en septiembre. Te prometo, que voy a dar más todavía, porque lo que he descubierto y ganado, merece ser compartido con otras personas y organizaciones. Estamos aquí para eso.
Es un honor estar aquí, la soledad, el silencio, la quietud y la contemplación, así me lo han mostrado. Estoy realmente encantado de compartir este viaje contigo. Solo te pido una cosa, que me ayudes a ondular el impacto positivo que trato de crear, y que más importante todavía, tú crees tu propio cambio.
Esto es todo por hoy… En esencia, sigamos disfrutando de explorar los extremos de lo inexplorado. Sigamos entrando en “lo más profundo de la madriguera” en este “eterno ahora”, haciéndolo juntos y en armonía, con amor, generosidad y respeto.
Atribución imagen: The Gardens of Babylon // Milan Goldbach.